Atienden en el Hospital General de Pachuca a paciente por mordedura de víbora coralillo

• Especialista llama a tomar precauciones durante la temporada de mayor incidencia de picaduras o mordeduras de animales ponzoñosos, que va desde el fin de la primavera hasta el inicio del otoño
🖋 Redacción – PACHUCA
Profesionales de la salud del Hospital General de Pachuca atendieron a un hombre de 54 años de edad que fue mordido por una víbora coralillo mientras laboraba en el campo.
El paciente, originario del municipio de Atotonilco el Grande, recibió la atención médica necesaria y aplicación del antídoto correspondiente. Actualmente se reporta asintomático y hemodinámicamente estable.
Tras este incidente, el médico especialista en urgencias y subespecialista en toxicología, Omar Azuara Antonio, destacó la importancia de tomar precauciones durante la temporada de mayor incidencia de picaduras o mordeduras de animales ponzoñosos, que va desde el fin de la primavera hasta el inicio del otoño.
“En el Hospital General de Pachuca contamos con todos los antídotos que se utilizan. Por ejemplo, para un accidente por mordedura de víbora de cascabel o coralillo, con esta última especie afortunadamente los casos son mínimos. También para picaduras de araña violinista y viuda negra”, comentó el médico.
Sin embargo, resaltó que existe una alta incidencia de mordeduras de víboras de cascabel, con un promedio de 10 a 12 pacientes al mes correspondientes a la periferia de la ciudad de Pachuca, en municipios como Mineral de la Reforma y San Agustín Tlaxiaca.
En caso de sufrir una mordedura o picadura, Azuara Antonio hizo algunas recomendaciones de primeros auxilios, como lavar el área afectada, inmovilizar la extremidad manteniéndola en una posición neutra para evitar la distribución del veneno y acudir a una valoración médica.
Respecto de las picaduras de arañas, explicó que la incidencia abarca desde el verano hasta inicios del invierno, por lo que recomendó sacudir el calzado y ropa como abrigos y chamarras, ya que tanto las arañas capulina y violinistas, así como alacranes, pueden anidar en ellos. Actualmente la incidencia de estos casos es de ocho a 10 pacientes por mes.
Azuara comentó que los pacientes que acuden para la aplicación de antídoto para neutralizar la sustancia tóxica son mantenidos en observación de cuatro a 72 horas, según el grado de intoxicación.