Cómo dominar nuestros pensamientos
• En promedio, una persona tiene 60 mil pensamientos en un día convencional; 99% de ellos son los mismos del día anterior, lo que da por resultado un pensamiento reciclado, empobrecido y dañino
Verónica Bracho Alburquerque *
Con el gusto de saludarles en estos artículos quincenales, en esta ocasión dirigiremos el tema hacia la mente: ese conjunto de capacitivas cognitivas que hasta nuestros días posee muchas incógnitas para nosotros.
Generalmente, y para facilitar el conocimiento hacia ella (dentro de la espiritualidad) se le relaciona con un jardín (un jardín verde, lleno de bellas plantas de colores, el cual debemos cuidar para conservar), pero ¿cómo lo cuidamos? La respuesta es con un buen fertilizante, agua y sol, si es que verdaderamente es un jardín.
Muy similar es la mente cuando la alimentamos de pensamientos e imágenes positivas, pero si lo invertimos y le damos sustancias tóxicas como ansiedad, nostalgia, preocupaciones, miedo, incertidumbre, diariamente, ¿qué ocurre? Ese jardín, o más precisamente, esa mente se enferma.
Se dice que en promedio una persona tiene 60 mil pensamientos en un día convencional y 99% de ellos son los mismos del día anterior, lo que da por resultado un pensamiento reciclado, empobrecido y dañino, es decir, “malos hábitos mentales”.
Seguramente al leer esto surge la segunda pregunta: ¿Cómo obtener buenos pensamientos si nos ocurre una tragedia? Porque la vida no es sólo dulzura, la vida tiene dificultades, crueldad y demás situaciones complejas; y es aquí precisamente donde se encuentra un aprendizaje vital, la cual es la manera de interpretar y procesar las circunstancias de la vida.
La vida, como la gran maestra que es, nos enseña que una tragedia generalmente es acompañada por una oportunidad y/o un aprendizaje, y uno siempre tiene la capacidad de elegir la reacción con la que actuemos. En nosotros está el cómo superar la adversidad.
Cuando se consigue arraigar el hábito de buscar lo positivo en cada circunstancia, la vida pasará a dimensiones superiores. Es una de las más importantes leyes naturales. Así, el éxito (ya sea material o espiritual) se da en los pensamientos que cada uno introduce en la vida, pues esos pensamientos generan la acción que deseamos para nuestra vida.
Otra ley de la naturaleza, muy conocida por cierto, es que cuando una puerta se cierra, otra se abre. Cada experiencia, incluso la peor, siempre brindará una experiencia.
La imaginación es un ingrediente más para tener una mente como el reflejo de un bello jardín. Todo lo que se crea en nuestro mundo exterior es producto de nuestro mundo interior. Cuando uno se imagina lo que realmente quiere, se traduce en una vida real: los pensamientos conforman el mundo y la calidad de vida se reduce a la riqueza de los pensamientos.
La mente debe ser entrenada (así como se entrenan las piernas, los brazos, el abdomen) y ejercitada, para que no se atrofie. Hay que dominar la mente para después concentrarla en una tarea específica. El saber qué es lo que se quiere o cuál es el propósito de nuestra vida hará mella en nuestra mente y nos permitirá abandonar esos malos hábitos mentales, para dar cabida a lo que nos interesa y nos eleva, dejando a un lado los pensamientos insignificantes. De esta manera, seremos más creativos y productivos, y por lo tanto ¡felices!
Pero dejemos de escribir sobre el dominio de la mente para pasar a la práctica, con los consejos de los que saben y aprender a dominar los pensamientos:
La técnica “El corazón de la rosa”
Robin Sharma nos dice que este entrenamiento tiene más de 4 mil años y consiste en que diariamente y en silencio observemos una rosa. Para iniciar basta con 5 minutos, para ir incrementando hasta 20 minutos al día.
Esto que aparentemente es sencillo, pero tiene su encanto, nos ayudará a recuperar el control de la fortaleza de la mente. O uno controla la mente, o la mente controlará a uno; otro beneficio es que se encontrará uno con la serenidad, el optimismo y el júbilo. Para ello hay que observar las espinas y los pétalos; su color, olfatear su aroma, y concentrarnos en ella, y si la mente empieza a divagar (que es un hecho que lo hará), regresar mental y físicamente a la flor para comenzar de nuevo.
La técnica del pensamiento opuesto
Consiste en que, cuando llega un pensamiento negativo a nuestra mente, inmediatamente modificarlo por uno positivo, pensando que uno está bien, y esto cambiará el estado de ánimo. Robin Sharman nos dice que los pensamientos son cosas vivas, núcleos de energía, y la calidad de los pensamientos determina la calidad de nuestra vida. Una mente disciplinada y fuerte trae consigo logros y éxito en lo que se quiere.
La técnica “El secreto del lago”
La mente trabaja con imágenes, y la forma en que nosotros nos vemos a nosotros mismos es determinante para alcanzar nuestros propósitos. Y para realizarlo es necesario buscar un espacio cómodo, relajarnos, respirar profundo y utilizar la visualización creativa para vernos consiguiendo lo que queremos ser, hacer y/o tener: ya sea ser felices rodeados de la familia, inaugurando un negocio, adquiriendo un bien o lo que queramos. La mente tiene un poder magnético de atraer a nuestra vida todo aquello que queramos conseguir.
Así que ya lo saben, si queremos un revés positivo en nuestra vida, iniciemos con nuestra mente. Hasta la próxima.
Referencia:
Sharma, Robin. (2012). El monje que vendió su Ferrari. México: Editorial Debolsillo clave.