Modelos educativos representativos en el mundo: Modelo de Investigación-Acción y Modelo Basado en Competencias (parte 6)

“El que se olvida de prepararse, se prepara para ser olvidado”: Peter Ferdinand Drucker
David Moisés Terán Pérez *
Buenos días estimadas(os) lectoras(es) de esta columna invitada. Es un verdadero placer volver a saludarles. Continuando con el tema de los modelos educativos, hoy leeremos acerca de lo siguiente: ¿Qué es una competencia en la realidad, dentro de las organizaciones; así como establecer cuáles son las competencias más solicitadas por dichas organizaciones de la segunda década del siglo XXI? Es un conjunto de recursos cognitivos que habilitan a alguien para solucionar con efectividad y pertinencia, diversas situaciones y problemas. Las competencias presuponen, por lo tanto, conocimientos, operaciones mentales, capacidades para usar diversas habilidades y el empleo de actitudes adecuadas a la realización de tareas. Las competencias están compuestas de cuatro factores: Los conocimientos, las habilidades, las actitudes, y los valores; es decir, el saber (los conocimientos), el saber hacer (las habilidades, las competencias y las destrezas), y el saber ser (las actitudes y los valores). Las competencias más exigidas en el actual mercado laboral son las siguientes:
Adaptabilidad: es la capacidad de adaptarse a los cambios, a diferentes situaciones y realidades, a nuevas actividades y nuevos proyectos.
Creatividad e innovación: es la capacidad de crear, es el proceso a través del cual las ideas son generadas, desarrolladas y transformadas en valores, es hacer surgir algo que no existía antes. No debe ser algo obvio ni fácil, sino exclusivo y raro, algo nuevo, que añade valor, que es sorprendente e inesperado. El proceso implica el descubrir maneras nuevas y efectivas de lidiar con el mundo, de resolver problemas y ampliar el círculo de influencias.
La creatividad se manifiesta por la capacidad de innovar (que es la fase siguiente de la creatividad, la puesta en práctica de las ideas), y de resolver situaciones inesperadas, así como por la capacidad de decidir de manera autónoma. La creatividad puede ser desarrollada y aprendida, posibilitando a todos los profesionales el acceso a su práctica. Los desafíos actuales exigen mucha creatividad para encontrar soluciones efectivas y rápidas para los problemas. Los empleadores buscan así, profesionales que tengan siempre ideas nuevas y originales. Pero, para ser creativo es necesario exponerse, presentar ideas y opiniones, y permitir arriesgarse, sin miedo de errar. Iniciativa: es tomar la delantera para la resolución de problemas y para la realización de tareas fáciles y/o difíciles. Los empleadores buscan profesionales que respondan de forma ágil y rápida a las demandas cotidianas. Por lo tanto, es necesario correr riesgos, no temer a los obstáculos, seguir adelante con confianza en sus ideas y decisiones.
Facilidad de comunicación: con la evolución de la tecnología, surgieron varios instrumentos de comunicación. Por otro lado, hacer uso de esas nuevas herramientas no significa tener facilidad de comunicación. Es necesario saber exponer de manera clara las ideas y las opiniones, lo que requiere ser capaz de observar los hechos y situaciones, y de escuchar a los otros. La comunicación puede ser hecha de varias maneras: de forma verbal, escrita y no verbal. A veces tenemos facilidad en comunicar por medio de una de estas formas, pero necesitamos desarrollar también las otras. En ocasiones decimos algo de forma verbal, pero nuestra mirada y/o nuestra sonrisa puede estar significando lo opuesto. La comunicación no verbal debe de ser cuidada, pues ella habla fuerte y no siempre podemos controlarla. Para trabajar en la actualidad hay que comunicarse por medio de variados instrumentos, en diversos idiomas, y hay que poder comprender el lenguaje de los diferentes profesionales miembros del equipo de trabajo. Es decir, debe haber absoluta congruencia entre lo que se piensa, se dice y se hace.
Facilidad para las relaciones interpersonales: aunque la facilidad de las relaciones interpersonales está conectada a la espontaneidad de comunicación, éstos son dos conceptos distintos. Relacionarse fácilmente con los otros exige ser empático, aceptarse a sí mismo y a los demás con las cualidades y defectos de cada uno, así como estar disponible para el otro. En la sociedad actual las relaciones son cada vez más breves, superficiales, temporales; e incluso, virtuales. En el mundo del trabajo se habla hoy de la importancia del “Networking”, o sea de la red de contactos, pues ella con frecuencia facilita, desde nuevas oportunidades profesionales, hasta el intercambio de información, la realización de negociaciones y asociaciones.
Capacidad de solucionar problemas: la resolución de problemas es parte de la rutina cotidiana de trabajo en todas las actividades laborales; lo que cambia, es el tipo y dimensión de los mismos. Hay dificultades muy simples y otras que requieren mayor empeño y persistencia para que sean zanjadas. Para solucionar un problema es necesario analizarlo desde diferentes ángulos, investigar posibles maneras de resolverlo, evaluar alternativas previendo las consecuencias, y tomar una decisión asumiendo los riesgos.
Capacidad para trabajar en equipo: ya no podemos trabajar solos; vivimos en un mundo globalizado que exige que la tarea se realice en equipo(s), muchas veces compuesto(s) por personas que están a millares de kilómetros de distancia. No es fácil trabajar en conjunto, pues eso requiere exponer ideas y saber escuchar a los demás; aceptar sugerencias, respetar las diferentes opiniones, colaborar, construir juntos, aceptar los limites propios y de los otros integrantes del equipo; conocer el lenguaje de los demás profesionales, y estar disponible para el otro.
Liderazgo: capacidad de influenciar tanto el jefe, como los subordinados y los pares. Se sabe aún que no es la posición la que hace el líder, sino el líder el que hace la posición. Un buen líder escucha las ideas de los otros, inspira confianza en los colegas de equipo, respeta a los demás, es suficientemente seguro para defender sus ideas y las de sus subordinados, es capaz de atraer voluntarios para sus iniciativas y proyectos, ejerce influencia sobre los otros y cautiva la atención de ellos, coordina y organiza proyectos. No importa el tamaño del equipo de trabajo, éste siempre necesitará de un líder y en función de la situación, el líder puede cambiar, lo que conocemos como liderazgo situacional. El mercado de trabajo busca hoy personas que puedan, en algún momento y/o actividad profesional, asumir el papel de líder y conquistar así seguidores.
Espíritu emprendedor: esta competencia no es solamente necesaria para quien quiere tener su propio negocio, sino para cualquier profesional. Es muy importante saber mostrar su conocimiento, saber vender su producto y/o su proyecto, tratar el negocio como si fuera suyo, buscar nuevas oportunidades, ser perseverante y comprometido, correr riesgos, planear y establecer objetivos y metas, hacer su propia mercadotecnia. En el mundo laboral, tener un espíritu emprendedor abre muchas puertas. Ya no se puede esperar a que alguien nos ofrezca una oportunidad de empleo y/o de negocio, hay que ir al campo para buscarla.
El dominio de nuevas tecnologías de comunicación e información: en la actualidad es fundamental conocer y saber manejar las nuevas tecnologías de comunicación e información. La Internet ha cambiado las relaciones y los lugares de trabajo. Hoy se trabaja en cualquier lugar, ya no se necesita estar en la empresa y/o en un escritorio. Las relaciones interpersonales fueron facilitadas y ampliadas por/con las redes sociales. La información se difunde en una velocidad increíble, con los periódicos de casi todo el mundo, disponible en la Internet, en YouTube™, en las redes sociales, donde se divulgan de inmediato noticias, videos caseros, y todo tipo de información. Los blogs, permiten el cambio de informaciones, de ideas y de opiniones sobre temas variados. Hoy en día, quién no está conectado, ni acompaña el mundo tecnológico, se queda en una gran desventaja en el mercado de trabajo.
Pensamiento crítico: consiste en la capacidad de interpretar, analizar, evaluar, hacer inferencias, explicar y clarificar significados. Está basado en el razonamiento lógico, la capacidad de trabajar con conceptos, la conciencia de las perspectivas y puntos de vista propios y ajenos, y el pensamiento sistémico. Requiere un desarrollo progresivo del conocimiento sobre el propio pensamiento y de las estrategias efectivas para pensar. Tener un pensamiento crítico implica que seamos objetivos al momento de analizar. La evaluación de la realidad por medio del pensamiento crítico se puede realizar por diversos métodos como la observación, la experiencia, la investigación, etcétera.
Inteligencia emocional: es la capacidad de saber manejar nuestras emociones, comprender los sentimientos más profundos de nuestros semejantes, manejar amablemente nuestras relaciones interpersonales, interviene en la toma de decisiones favorables. De esta manera, la influencia que tiene la Inteligencia Emocional en el trabajo sobre la capacidad del líder dentro del entorno profesional se hace evidente y se vuelve, de manera indiscutible, el factor determinante para el éxito del ejecutivo, muy por encima de otros tipos de inteligencia. Esto principalmente por el hecho de poder interactuar de manera apropiada e inteligente con los integrantes de un equipo de trabajo y con sus jefes o directores. La Inteligencia Emocional en el trabajo juega un rol determinante en todos los niveles de la cadena de mando. Si se toman en cuenta las fases diseñadas para comprender el complejo concepto de este tipo de inteligencia, fácilmente se puede asociar con el Liderazgo dentro de las empresas, donde es indispensable una interacción social eficiente para lograr el máximo desempeño de un equipo.
Flexibilidad cognitiva: es la capacidad mental para cambiar de pensamiento alrededor de dos conceptos diferentes, y pensar en múltiples conceptos simultáneamente. Es la capacidad de reestructurar espontáneamente el propio conocimiento de formas variadas, para dar una respuesta adaptada a las exigencias que plantean situaciones cambiantes. Las competencias pueden ser adquiridas y desarrolladas en los diversos contextos y momentos de la vida, pero, hay que tener la disposición personal y las condiciones favorables para desarrollarlas. No solamente buscar cursos de capacitación, sobre todo se trata de tratar de implementarlas en la vida diaria, en las actividades cotidianas (Manpower Group, 2017). (Continuará…)
Referencia:
Manpower Group. (2017). Revolución de habilidades: De consumidores de trabajo a constructores de talento. México: Manpower Group.