El Hombre 2.0 (parte 1)
“Buenos amigos, extraordinarios libros y una conciencia tranquila: esa es la vida ideal para cualquier persona”: Mark Twain
David Moisés Terán Pérez
Estimadas(os) lectoras(es) de esta columna invitada. Buenos días. Deseo que tengan como siempre un extraordinario, grandioso y majestuoso martes. Esta semana iniciaremos la saga prometida como “sorpresa”, la cual se titula: El Hombre 2.0. Tema totalmente nuevo, innovador, interesante y sobre todo increíble, por todo lo que implica para nuestro conocimiento en esta segunda década del siglo XXI. Comenzamos: La humanidad, está abriendo las puertas a escenarios tan novedosos como fascinantes, en los que cada vez más, estamos tomando el control de nuestra propia evolución. Lo que fue un largo y lento camino en el pasado, ahora lo recorremos a una velocidad vertiginosa, impulsados por una fuerza sin precedentes: La tecnología. Ésta, ha entrado en nosotros, en nuestras vidas, y está cambiando todo lo que somos, nuestra composición biológica, nuestra química; e incluso, nuestro pensamiento. La pregunta importante es: ¿Cómo afectará a nuestros cerebros evolucionar a una velocidad vertiginosa y desconocida para el ser humano? Le propongo a partir de este momento, un emocionante viaje, para descubrir el Hombre 2.0: Una nueva evolución que presenta genes manipulados, extremidades biónicas, y órganos cultivados en el laboratorio, entre muchas otras cosas fascinantes. Iniciaremos analizando la evolución humana, para posteriormente, hacer una retrospectiva de la tecnología; y así continuar con los cambios importantes en la sociedad actual, que define: El Hombre 2.0. Aprovechemos también esta coyuntura en el desarrollo de este tema, ya que ayer lunes 3 de octubre, se otorgó el “Premio Nobel de Medicina”, al biólogo sueco Svante Pääbo, por su investigación sobre la Evolución Humana. El galardonado, se ha desempeñado como como Director del Departamento de Genética del Instituto Max Planck de “Antropología Evolutiva” en Leipzig, Alemania.
La evolución del hombre o la evolución humana, es el nombre de una serie de cambios biológicos por los cuales ha pasado nuestra especie hasta convertirse en lo que hoy llamamos un ser humano, conocido científicamente como: El Homo Sapiens. Este proceso evolutivo se originó entre 4 y 7 millones de años atrás en África, y comenzó con la aparición de los primeros homínidos, que eran primates que se desplazaban en dos extremidades, como el Australopithecus. A partir de entonces, el surgimiento de nuevas especies estuvo determinado por el desarrollo de la capacidad para crear herramientas, para desplazarse a nuevos territorios, y/o en aprender a usar el fuego.
Del mismo modo, cada nueva especie, trajo consigo cambios físicos y biológicos hasta evolucionar al ser humano actual. Ahora, analizaremos las diferentes etapas de/en la evolución del hombre. Para que el ser humano haya desarrollado sus características actuales, ha tenido que pasar por millones de años de cambios evolutivos, que incluyen por ejemplo desde pararse en sus dos extremidades inferiores, hasta desarrollar el lenguaje. De todo ese proceso, existen especies representativas de las diferentes etapas evolutivas. A continuación, haremos este recorrido histórico, ya que para conocer al nuevo Hombre 2.0, debemos contextualizar cómo se ha dado el proceso evolutivo (Diferenciador, s. F.).
- El Australophitecus (los primeros homínidos): Los Australopithecus, fueron un conjunto de primates homínidos que vivieron en África hace unos cuatro millones de años, aproximadamente. Los homínidos son los primates que se desplazan en dos extremidades, como los orangutanes, los bonobos, los gorilas, y/o los chimpancés. Se cree que los Australopithecus fueron los primeros en desarrollar esta característica, y por esta razón, se consideran un factor clave para la evolución humana. Los primates de este grupo, se alimentaban de plantas y de frutas, vivían en la sabana africana, eran delgados y de baja estatura (hasta 1.40 metros, aproximadamente). Una crisis climática ocurrida hace 2.5 millones de años propició la extinción de los Australopithecus, y originó dos nuevos géneros derivados de ellos: Los Paranthropus, y los Homo. Estos últimos, a su vez, son el origen del ser humano actual (Arsuaga y Martínez, 2021).
- El Homo Habilis (los creadores de herramientas): El Homo Habilis es un género de humano primitivo, que vivió en el continente africano hace unos 2.3 millones de años. Su nombre (hombre hábil, en latín), hace referencia a su capacidad para crear herramientas rudimentarias de piedra. El desarrollo de esta habilidad marca un hito importante en el proceso evolutivo humano, porque indica, entre otras cosas, la capacidad para tener acceso a más y mejores alimentos. En ese sentido, se sabe que el Homo Habilis era carnívoro, pero no cazador, ya que se cree que en esta etapa se alimentaba de restos de animales. El Homo Habilis era de muy baja estatura, y de un peso aproximado al de sus antecesores Australophitecus, [ya que solamente medían 1.35 metros y pesaban unos 32 kilogramos]. Sin embargo, su cerebro, sus molares y sus dientes incisivos, eran más grandes (Harari, 2021).
- El Homo Ergaster (fueron los primeros nómadas): El Homo Ergaster, fue una especie de humano primitivo que vivió hace 2 millones de años. Su principal característica es que no se estableció en África, sino que se desplazó hacia territorios asiáticos y europeos, convirtiéndose en la primera especie del género Homo, en abandonar el continente africano. El Homo Ergaster fabricaba herramientas relativamente complejas, como las hachas de piedra con doble filo. Su tamaño y peso eran relativamente similares a las del ser humano actual [1.85 metros, y 70 kilogramos, aproximadamente], su cerebro era más grande que el de especies anteriores, y pudieron ser la primera especie en establecer algún tipo de comunicación (Harari, 2021).
- El Homo Erectus (fueron los ancestros asiáticos): Se llama Homo Erectus a las especies de humanos primitivos que vivieron hace aproximadamente 1.8 millones de años en el Asia Oriental. Se cree que se trata de descendientes del Homo Ergaster, que se establecieron en Asia, ya que comparten características comunes. El rasgo distintivo del Homo Erectus, es su capacidad para caminar totalmente erguido, de allí su nombre (hombre erguido, en latín). Vivían en grupos, y probablemente intercambiaban bienes, para fortalecer los vínculos sociales. Al desplazarse hacia territorios más fríos, el Homo Erectus aprendió a hacer uso del fuego para calentarse, y cocer sus alimentos [su estatura y peso máximo se estiman en 1.80 metros, y 68 kilogramos], respectivamente. El Homo Erectus, desapareció hace unos 500 mil años en el continente asiático, excepto en la isla de Java, en Indonesia. Allí vivió hasta hace unos 100 mil años, y se presume que las condiciones de aislamiento geográfico favorecieron su supervivencia (Cela Conde y Ayala, 2013).
- El Homo Antecessor (fueron los primeros europeos): Se conoce como Homo Antecessor, a la especie del género Homo más antigua encontrada en Europa. En ese sentido, sería un equivalente de lo que fue el Homo Erectus en el continente asiático, en términos de relevancia arqueológica. Los primeros fósiles de Homo Antecessor, fueron encontrados en la Sierra de Atapuerca, España; y se sugiere que vivieron hace unos 900 mil años. Se caracterizaban por ser altos y fuertes [medían aproximadamente 1.90 metros y pesaban unos 90 kilogramos], aunque su cerebro era más pequeño que el de otras especies relacionadas. Además, no fueron capaces de dominar el fuego (Harari, 2021).
- El Homo Heidelbergensis: Fueron los pioneros del lenguaje simbólico. El Homo Heidelbergensis, fue una especie que vivió hace 600 mil años en Eurasia. Su nombre deriva de la ciudad alemana de Heilderberg, donde fueron encontrados los primeros fósiles. Los Homo Heidelbergensis, eran humanos de cráneos grandes, aberturas nasales pronunciadas, mandíbulas salientes [una estatura promedio de 1.75metros, y un peso de 62 kilogramos]. Su mayor aporte en la evolución humana, fue su capacidad para representar mentalmente el mundo a partir de sus experiencias. Esto se llama pensamiento simbólico, y permite que los individuos piensen en el pasado, y se planteen eventos futuros, tomando decisiones en función de sus conclusiones. Los Homo Heidelbergensis, usaban el fuego, y fabricaban herramientas de piedra y madera más elaboradas que otras especies, como los “bifaces”, que eran objetos cortantes con forma simétrica (Copería, 2021).
- El Homo Neanderthalensis: El uso de los pulgares y el lenguaje articulado, se iniciaron con él. Y es mejor conocido como el Hombre de Neanderthal, es una especie extinta del género Homo que vivió en Asia y Europa hace unos 230 mil años. Los Homo Neanderthalensis, eran más fuertes que el ser humano actual, pero sus extremidades eran más cortas. De hecho, medían 1.68 metros, aproximadamente. El aporte evolutivo de esta especie fue la adaptación de sus pulgares para los agarres de potencia, que son el tipo de agarres que utilizamos para sujetar herramientas con mango, como los martillos. Esto implica el desarrollo de herramientas más efectivas, y de mayor tamaño. Además, se cree que los Neanderthales fueron la primera especie en utilizar un lenguaje articulado, probablemente basado en algunos fonemas (sonidos) básicos. La evidencia encontrada indica que los Neanderthales y el Homo Sapiens convivieron durante algún tiempo. Sin embargo, los Neanderthales se extinguieron hace 30 mil años, y solamente los Homo Sapiens prevalecieron (Arsuaga y Martínez, 2021).
- El Homo Sapiens (el ser humano actual): La especie Homo Sapiens, hace referencia al ser humano moderno que surgió hace 200 mil años atrás en el continente africano. El Homo Sapiens, se caracteriza por ser la primera especie en desarrollar el pensamiento lógico y abstracto, un lenguaje oral y escrito complejo, la capacidad creativa y para organizarse en sociedad [su estatura y peso promedio es de 1.80 metros, y unos 80 kilogramos]. Sin embargo, esto depende de diversos factores de tipo genético y cultural. Estas habilidades han permitido la adaptación y la sobrevivencia de la especie a los cambios de su entorno. La construcción de viviendas más resistentes, las expresiones artísticas, la creación de ritos y el diseño de herramientas cada vez más complejas, son la expresión de estas capacidades; y marcan una gran diferencia con respecto a las otras especies Homo ya extintas (Harari, 2021).
Como hemos visto en este breve recorrido histórico de la especie humana, en una línea del tiempo; nos ha permitido conocer aspectos generales de la evolución humana. La próxima semana, haremos un análisis de la evolución que ha tenido la tecnología que se ha desarrollado a la par que la evolución humana, con el objetivo de correlacionar ambas evoluciones: La humana y la tecnológica. Con eso, estaremos en condiciones de comenzar a vislumbra a nuestro nuevo protagonista: El Hombre 2.0. (Continuará…)
Referencias:
Arsuaga, Juan Luis y Martínez, Ignacio. (2021). La especie elegida: La larga marcha de la evolución humana. España: Ediciones Culturales Paidós S. A. de C. V.
Cela Conde, Camilo, J. y Ayala, Francisco, J. (2013). España: Editorial Alianza.
Coperías, Enrique. (2021). El origen de la humanidad. España: Nirvana Libros, S. A. de C. V.
Diferenciador, (s. F.). Evolución del hombre. Recuperado de: https://www.diferenciador.com/evolucion-del-hombre/ (Consultado en Septiembre del 2022).
Harari, Yuval, Noah. (2021). Sapiens: De animales a dioses. México: Penguin Random House, Grupo Editorial. Colección: Debate.
