Columna invitada

El Sistema Nacional de Competencias y las credenciales alternativas (parte 4)

“No hay mayor pérdida de tiempo que hacer extraordinariamente bien algo que no era necesario haber realizado nunca”: Peter Ferdinand Drucker (austriaco, “El padre de la administración estratégica”)


🖋 David Moisés Terán Pérez *

Buenos días estimadas(os) lectoras(es) de esta columna invitada. Como ya es nuestra tradicional costumbre semanal, deseo que tengan un grandioso, feliz, productivo, inigualable, próspero y extraordinario martes. En esta ocasión, continuaremos con la saga iniciada hace ya exactamente tres semanas, y que trata con el tema: “El Sistema Nacional de Competencias (SNC) y las credenciales alternativas”.

Como quedamos la semana pasada, en esta ocasión haremos un recorrido por los niveles socioeconómicos que existen en el país, con la finalidad de entender mejor la problemática y entender que, para ascender económicamente en la escala actual, las certificaciones son una opción viable para convertir dichas certificaciones en habilidades altamente rentables en el corto plazo (entre seis y nueve meses). Continuamos desarrollando contenido para esta cuarta entrega de la saga.

Recordemos que el Sistema Nacional de Competencias (SNC) en México, ha tenido (y tiene) como objetivo, satisfacer las necesidades y las demandas de los empleadores en cuanto a la formación y a la capacitación de sus trabajadores (Terán Pérez & Bracho Alburquerque, 2023). A continuación, se presentan algunas evidencias que respaldan esta afirmación:

  • Establecimiento de los estándares, y de todos los criterios de evaluación: El Sistema Nacional de Competencias (SNC) en México, ha establecido estándares y criterios de evaluación de/en competencias laborales, que están alineados(as) con todas las necesidades, y con todos los requerimientos de los empleadores. De esta manera, la formación y la capacitación que se imparte a los trabajadores, está enfocada en desarrollar habilidades, competencias, destrezas, principios, valores, y todos los conocimientos que son relevantes para el desempeño óptimo de las actividades laborales que desarrollan los colaboradores de las organizaciones actuales, en el día a día (De la Garza y Rendón, 2017).
  • Participación de los empleadores en la definición de los estándares en competencias laborales, y en las certificaciones: El Sistema Nacional de Competencias (SNC), cuenta con una absoluta participación activa de los empleadores en la definición de los estándares y de las certificaciones de/en competencias laborales. Esto permite que los empleadores puedan expresar sus necesidades y sus requerimientos de manera directa, y que las certificaciones de/en competencias laborales sean reconocidas por las empresas, y por todos los sectores productivos (CONOCER, 2017).
  • Incremento en la empleabilidad de los trabajadores: La formación y la capacitación basadas en las competencias laborales que se imparten a través del Sistema Nacional de Competencias (SNC), ha mejorado la empleabilidad de los trabajadores. Los empleadores pueden identificar de manera clara, las habilidades, las competencias, las destrezas, los valores, y los conocimientos que poseen los trabajadores certificados, lo que les permite tomar decisiones informadas en cuanto a la contratación, a la promoción, y a la retribución de los colaboradores (Orozco, 2018).
  • Reducción de la brecha entre la formación, y las necesidades del mercado laboral: El Sistema Nacional de Competencias (SNC), también ha permitido una reducción de la brecha entre la formación que se imparte en las instituciones educativas, y las necesidades reales del mercado laboral. La formación y la capacitación basadas en competencias laborales que se imparte a través del Sistema Nacional de Competencias (SNC), está enfocada en desarrollar habilidades, destrezas, competencias, y conocimientos, que son relevantes para las actividades laborales, lo que a su vez mejora la competitividad de los trabajadores y, por ende, de las empresas (García y Castillo, 2016).

Y, una vez definido este constructo de las competencias, se desea establecer qué tanto impacta e/o influye poder desarrollar un Centro Evaluador para apoyar la mejora económica de las personas, a través de una movilidad social ascendente en la zona de “La Bahía de Banderas” —que incluye la zona metropolitana de Puerto Vallarta y la Riviera Nayarit, inicialmente—, a los niveles socioeconómicos “C” medio típico, y el “D+”.

En México, el nivel socioeconómico “C” medio típico, se caracteriza por tener ingresos familiares moderados, acceso limitado a los recursos educativos y de salud, y una calidad de vida promedio (INEGI, 2023). A continuación, se detallan minuciosamente, algunas de las características más comunes de este grupo:

  • Ingresos: Las familias de nivel socioeconómico “C” medio típico en México, suelen tener ingresos que oscilan entre los $10 000 y los $25 000 pesos mexicanos al mes (aproximadamente entre $500 y $1 250 dólares estadounidenses). Aunque estos ingresos les permiten cubrir sus necesidades básicas, pueden tener dificultades para ahorrar, y/o para hacer frente a gastos imprevistos.
  • Educación: Aunque muchos miembros de este grupo han completado la educación básica (prescolar, primaria y secundaria), el acceso a la educación media superior, y a la superior puede ser y estar limitado, debido a los costos, y a la falta de recursos educativos en su entorno. Muchas familias de nivel socioeconómico “C” medio típico en México, se esfuerzan por asegurarse de que sus hijos puedan continuar estudiando, preferentemente en instituciones públicas.
  • Salud: A menudo, las familias de nivel socioeconómico “C” medio típico en México, tienen acceso limitado a servicios de salud de calidad. Pueden recurrir a servicios públicos de atención médica, pero estos pueden estar sobrecargados y tener largas esperas. También pueden optar por servicios de salud privados, pero a menudo tienen que pagar de su bolsillo.
  • Vivienda: Las familias de nivel socioeconómico “C” medio típico en México suelen vivir en casas pequeñas y/o en departamentos. A menudo, estas viviendas se ubican en zonas urbanas y pueden estar en condiciones precarias. Aunque las familias se esfuerzan por mantener sus hogares limpios y ordenados, pueden tener dificultades para hacer reparaciones, y/o mejoras significativas.
  • Transporte: Muchas familias de nivel socioeconómico “C” medio típico en México, no tienen acceso a un automóvil propio y dependen del transporte público para desplazarse. Esto puede hacer que los desplazamientos sean más largos y difíciles, especialmente en áreas donde el transporte público es limitado, e inseguro.

En resumen, el nivel socioeconómico “C” medio típico en México se caracteriza por un ingreso moderado, acceso limitado a recursos educativos y de salud, vivienda modesta y dependencia del transporte público para desplazarse. A pesar de estas limitaciones, muchas familias en este grupo trabajan arduamente para mejorar su calidad de vida y proporcionar una educación y un futuro mejor a sus hijos, aunque muchas veces sin poder lograrlo.

Por otra parte, se establecen ahora, los datos del nivel socioeconómico “D+” en el país: Este nivel, se refiere a un grupo de personas y de hogares que se encuentran en una situación económica y social, realmente muy vulnerable (INEGI, 2023). A continuación, se detallan algunas de las características más comunes de este grupo social bastante desfavorecido, y dejado a su “suerte”:

  • Ingresos: Las familias de nivel socioeconómico “D+” en México, tienen ingresos muy limitados, que oscilan entre los $2 500 y $10 000 pesos mexicanos al mes (aproximadamente entre $125 a $500 dólares estadounidenses). Estos ingresos son insuficientes para cubrir las necesidades básicas de la vida diaria, lo que hace que muchas familias tengan dificultades para sobrevivir.
  • Educación: El acceso a la educación en este grupo es muy limitado, debido a la falta de recursos y de oportunidades educativas. Muchos niños de nivel socioeconómico “D+” no tienen acceso a una educación completa, y muy frecuentemente, abandonan la escuela en una etapa muy temprana, para poder contribuir al precario ingreso familiar.
  • Salud: Las familias de nivel socioeconómico “D+” en México, tienen un acceso muy limitado a servicios de salud de calidad. A menudo, tienen que recurrir a servicios de salud públicos que pueden estar sobrecargados y tener largas listas de espera. Esto hace que las enfermedades y las lesiones puedan agravarse antes de recibir atención médica oportuna y adecuada.
  • Vivienda: Las familias de nivel socioeconómico “D+” en México, viven en condiciones muy precarias. Muchas viven en viviendas de bajos recursos, en malas condiciones de habitabilidad, con falta de servicios básicos como agua potable, y saneamiento adecuado.
  • Trabajo: La mayoría de las personas en este grupo, no tienen empleos formales y trabajan en el sector informal, con empleos generalmente mal remunerados, y en condiciones laborales mucho muy precarias. Los trabajos informales son inestables, y muy frecuentemente, pueden cambiar de manera inmediata, lo que hace que los ingresos sean impredecibles y muy poco confiables.

En resumen, el nivel socioeconómico “D+” en México, se caracteriza por un ingreso sumamente limitado, con acceso muy restringido a los recursos educativos y de salud, a viviendas en condiciones precarias, y a un trabajo en el sector informal con condiciones laborales inestables e inequitativas. Este grupo se encuentra en una situación de absoluta vulnerabilidad social, educativa, de salud y económica y, necesita mucho apoyo para mejorar su calidad de vida, y acceder a oportunidades para un futuro relativamente mejor.

La propuesta del Centro Evaluador —objeto de estudio en esta saga—, es que ofertará aparte de las certificaciones avaladas por el CONOCER, por la SEP y por Microsoft™, cursos de/en habilidades rentables, que apoyen a las personas de los niveles socioeconómicos “D” y “E” (que es el más empobrecido), a acceder a fuentes de empleo, y lograr en el mediano plazo; que tengan una movilidad social ascendente. Y será a través del Catálogo Nacional de Empleos, del Sistema Nacional de Empleo, como se conocerán, cuáles son esas habilidades rentables que se ofertarán en el Centro Evaluador: “Liderazgo en Certificación, S.A.S. de C.V., (LICERT)” inicialmente en la Bahía de Banderas, buscando posteriormente, acercar la oferta a otras ciudades, tanto en el estado de Jalisco, como en el estado de Nayarit, así como en el estado de Colima y en el estado de Michoacán.

La próxima semana, analizaremos las diferentes conceptualizaciones que sobre las competencias laborales existen; así como su categorización. Muchas gracias. Y, una vez más, hago la cordial invitación, para visitar el sitio web del centro evaluador Liderazgo en Certificación, S.A.S. de C.V. (LICERT) que es: www.licert.com.mx para que conozcan nuestra oferta en certificaciones; así como contactarnos a través del correo electrónico: atencionalcliente@licert.com.mx para solicitar informes. Saludos cordiales y un gran abrazo a la distancia desde la imponente y siempre hermosa Bahía de Banderas (Puerto Vallarta, Jalisco y la Riviera Nayarit). (Continuará…)

Referencias:

Consejo Nacional de Normalización y Certificación de Competencias Laborales. (2017). ¿Qué es el CONOCER? Consejo Nacional de Normalización y Certificación de Competencias Laborales. Recuperado de: https://www.conocer.gob.mx/es/quienes-somos/que-es-el-conocer/ (Consultado en Junio del 2024).

De la Garza, E. y Rendón, M. (2017). Formación para el trabajo en México: ¿Hacia dónde vamos? Revista del Centro de Investigación para la Transformación (CENIT), vol. 9, núm. 1; p.p. 1-10.

García, G. y Castillo, J. (2016). Impacto del Sistema Nacional de Competencias en la educación y el trabajo en México. Revista de Investigación Académica, núm. 48; p.p. 1-14.

INEGI. (2023). México en cifras. Recuperado de: https://www.inegi.org.mx/app/areasgeograficas/#collapse-Resumen (Consultado en Junio del 2024).

Orozco, L. (2018). El Sistema Nacional de Competencias, y la certificación de competencias laborales en México. Revista de Humanidades, vol. 38, núm. 1; p.p. 109-120.

Terán Pérez, David Moisés & Bracho Alburquerque, Verónica. (2023). El sistema nacional de competencias. EUA: Amazon KDP.

* Ingeniero Mecánico Electricista por la UNAM. Especialidad en Habilidades Docentes por la UNITEC. Maestro en Microelectrónica por la Université Pierre et Marie Curie de París. Maestro en Alta Dirección por el IPADE. Maestro en Ciencias de la Educación por la UVM. Doctor en Educación por la UPN. Académico en la UNAM por 30 años; así como en otras importantes instituciones de educación superior (IES): Universidad del Valle de México (UVM), la Universidad Tecnológica de México (UNITEC), la Universidad del Pedregal, la Universidad ICEL, la Universidad Anáhuac del Sur, entre muchas otras. Fue Director de los Centros Autorizados de Servicio (CAS) en Hewlett-Packard de México. También fue Líder de Proyecto Eléctrico en Siemens México. Autor de siete libros publicados por Alfaomega Grupo Editor. Cuatro títulos más en la Editorial Umbral/PES. Y cinco títulos ya publicados directamente en la Plataforma de Amazon KDP. Y en este momento (2024), está desarrollando un texto para la editorial Springer-Nature de Alemania, cuyo título es: “Computación Biológica aplicada a la Cotidianidad” (“Computational Biology: Transforming Everyday Life”). Además de ser un reconocido conferencista nacional e internacional. Actualmente, es el CEO del Centro Evaluador en Competencias Laborales, y Centro de Evaluación Internacional en Microsoft: “Liderazgo en Certificación”, LICERT, S.A.S. de C.V., (www.licert.com.mx), avalado por el CONOCER y la SEP. Sus correos electrónicos son: atencionalcliente@licert.com.mx y dmtp040964@gmail.com

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