México en “alerta roja” por violencia contra la comunidad trans: Kenia Cuevas

• Ocupa el segundo lugar mundial en asesinatos dirigidos a la comunidad LGBT, sólo detrás de Brasil; debido a su vulnerabilidad, la expectativa de vida en estos grupos es de apenas entre 35 y 40 años
Miguel Alburquerque – PACHUCA
Las esferas de vulnerabilidad que enfrenta la comunidad trans mantiene a México en “alerta roja” y lo coloca como el país más violento para quienes forman parte de este grupo social, advirtió Kenia Cuevas Fuentes, directora de la asociación Casa de las Muñecas Tiresias.
La activista dijo que la invisibilidad sobre las identidades y expresiones de género, que pueden ser diversas, se refleja en la negación de derechos básicos consagrados en la Carta Magna, como a la salud, al trabajo y a la educación.
Pero además, agregó, esta problemática pone a la comunidad LGBT toda serie de obstáculos durante su proceso de vida y la “condena” al trabajo sexual, al consumo de sustancias, a contraer el VIH-Sida o a automedicarse hormonas, entre otros entornos de violencia que hacen que su expectativa de vida sea de apenas entre 35 y 40 años.
“O sea, disminuye la calidad de vida precisamente por esta falta de derechos humanos. Entonces ese es el reto que tenemos en el país: garantizar al menos lo derechos que tenemos en la Constitución Política mexicana”, comentó Cuevas Fuentes en entrevista con La Verdad Hidalgo.
Durante una visita a Pachuca, donde a invitación del colectivo Existimos impartió una charla sobre su historia personal, Cuevas refirió que México ocupa el segundo lugar mundial en asesinatos dirigidos hacia la comunidad LGBT, sólo detrás de Brasil, y 85% de esos crímenes van dirigidos a personas transgénero que en su mayoría ejercen el trabajo sexual.
La defensora, quien fue incluida por la revista Forbes entre las 100 mujeres más poderosas de México por su lucha a favor de poblaciones vulnerables, consideró que la problemática debe ser atacada de raíz a través de la educación, el acceso a la salud, la vivienda y el trabajo, además de promover el reconocimiento a las infancias trans para brindarles un acompañamiento integral, “porque muchas de las veces al no reconocer la identidad de las infancias empieza la frustración, la depresión, y los suicidios no se hacen esperar”.
Agregó que la responsabilidad de emprender este tipo de acciones corresponde a los gobiernos, a la sociedad y a las familias.
“Es un todo. Tenemos que cambiar nuestra educación, porque la violencia se aprende. Así como aprendemos a golpear a alguien, a golpear a un perro, aprendemos a ofender a una persona LGBT. Tenemos que cambiar la educación en México para que puedan cambiar los padres de familia, los entornos familiares, los entornos educativos, laborales, institucionales…
“Si empezamos a educar sobre estos temas y empezamos a conocer realmente lo que significa ser una persona trans, una persona gay, lesbiana, intersexual, bisexual y todas las condiciones que existen dentro del acrónimo, vamos a poder generar empatía y ya no desde el desconocimiento generar ese rechazo”, expresó.
Cuevas también pidió a la sociedad dejar de pensar que ser trans es un pecado y una moda. “Porque no es una moda y no es un pecado”, aclaró. “Y no por ello los derechos humanos se tienen que reducir. Los derechos humanos son para todos, porque también nosotras pagamos impuestos. Aun siendo trabajadoras sexuales, estilistas, trans sin trabajo, seguimos pagando impuestos, y lo mínimo que merecemos es que garanticen nuestros derechos”.
La presidenta de Casa de las Muñecas Tiresias hizo dijo a los gobiernos y la ciudadanía que el respeto empieza con el respeto al otro.
“Y si queremos tener una sociedad más empática, con menos violencia, necesitamos empezar a respetar nuestras diferencias y dejar de vivir en la doble moral, como hemos vivido más de dos mil años”.