Los niños 2025: educando para los empleos que aún no existen (parte 3)

“No hay peor pérdida de tiempo, que hacer extraordinariamente bien algo que no debía haberse hecho nunca”: Peter Ferdinand Drucker (austriaco, “El Padre de la Administración Estratégica”)
🖋 David Moisés Terán Pérez
Hoy continuaremos desarrollando contenido para la saga titulada: “Los niños 2025: educando para los empleos que aún no existen”, a través de establecer los siguientes subtemas: “El pensamiento crítico y el análisis de la información”,
“La creatividad y la innovación (resolver problemas nuevos, diseño de soluciones)”, “La comunicación avanzada (oral, escrita, digital, intercultural)” y “La colaboración y el trabajo en red también a distancia”. Comenzamos.
LAS HABILIDADES CLAVE PARA 2030–2050: NAVEGANDO UN MUNDO EN CONSTANTE CAMBIO
Imagine a su hijo en el año 2040: ¿Qué habilidades le serán más valiosas para no solamente conseguir un empleo, sino para prosperar en una economía global, automatizada y, a menudo, impredecible? La respuesta no reside en memorizar más datos o en dominar una sola herramienta tecnológica, sino en desarrollar un conjunto de competencias humanas fundamentales, que le permitan adaptarse, innovar y colaborar de maneras que las máquinas no pueden replicar. Estas son las habilidades del futuro, el “capital humano” que definirá el éxito en las próximas décadas. Este artículo, explora cuatro de esas habilidades cruciales (Parker; Igielnik & Perrin, 2019):
- El pensamiento crítico.
- La creatividad y la innovación.
- La comunicación avanzada.
- La colaboración.
Estos son los cuatro pilares sobre los que se construirán las carreras más exitosas y satisfactorias, preparando a nuestros hijos, no solamente para los empleos que existen hoy, sino para aquellos que aún están por inventarse.
1. EL PENSAMIENTO CRÍTICO Y EL ANÁLISIS DE LA INFORMACIÓN: EL ESCUDO EN CONTRA DE LA DESINFORMACIÓN
En una era en donde la información es más abundante que nunca, la habilidad más poderosa no es la de acceder a los datos, sino la de discernir qué datos son relevantes, veraces y pertinentes. El pensamiento crítico es la capacidad de analizar un tema de manera objetiva y racional, evaluando la evidencia disponible para formar un juicio bien fundamentado. No se trata de ser negativo o totalmente escéptico por naturaleza, sino de ser un evaluador activo y metódico de la información que consumimos (Parker; Igielnik & Perrin, 2019).
¿Por qué es vital? La Inteligencia Artificial (IA) puede procesar y organizar datos a una velocidad asombrosa, pero no puede, por sí sola, comprender el contexto, identificar sesgos ocultos y/o cuestionar las suposiciones subyacentes. Un individuo con pensamiento crítico es capaz de preguntar: “¿Quién está presentando esta información y qué intereses tiene?”, “¿qué evidencia se ofrece y es sólida?”, y “¿cómo se relaciona esto con lo que ya sé?” (WEF, 2023).
Estudio de caso: La pandemia de la Covid-19: Durante los últimos años, la humanidad se enfrentó a una avalancha de información (y de bastante desinformación) sobre el virus, las vacunas y los tratamientos. Aquellos que pudieron navegar este caos con éxito fueron aquellos que aplicaron el pensamiento crítico: Buscaron fuentes confiables (como la Organización Mundial de la Salud, o los centros de salud pública), evaluaron estudios científicos, y distinguieron entre opiniones y hechos empíricos. Esta habilidad no solamente salvó vidas, sino que también permitió a los profesionales de la salud, a los científicos, y a los líderes, a tomar decisiones informadas bajo una presión pública sin precedentes (Bialik & Fingas, 2020).
Cómo fomentarlo en los niños: Animar a los niños a cuestionar. En lugar de darles la respuesta, lo ideal es plantearles preguntas: “¿Por qué consideras que eso es verdad?”, “¿qué otra perspectiva podríamos considerar?, etcétera. Exponerlos a diferentes fuentes de noticias y analizar de manera conjunta la cobertura de un mismo evento. Jugar a “detective de la información” les enseña a buscar pistas y verificar los hechos (OECD, 2021).
2. LA CREATIVIDAD Y LA INNOVACIÓN: RESOLVER PROBLEMAS QUE AÚN NO EXISTEN
La creatividad no es un lujo reservado para los artistas. Es la capacidad de generar ideas originales y útiles; mientras que la innovación es el proceso de aplicar esas ideas para crear valor y/o resolver problemas. En un mundo en donde las tareas rutinarias serán cada vez más automatizadas por la inteligencia artificial (IA), la habilidad de pensar de manera no lineal, de conectar conceptos dispares, y de diseñar soluciones novedosas, será la ventaja competitiva definitiva (Parker; Igielnik & Perrin, 2019).
¿Por qué es vital? La inteligencia artificial (IA) es excelente para optimizar procesos existentes, pero la verdadera innovación surge de la intuición humana, la empatía y la capacidad de imaginar un “qué pasaría si…”. Resolver problemas complejos y sin precedentes, como desarrollar una vacuna en tiempo récord y/o crear un nuevo modelo de negocio disruptivo (por ejemplo: Uber™, o Airb&b™), requiere de una combinación de conocimiento experto, y de una gran dosis masiva de creatividad (WEF, 2020).
Estudio de caso: El desarrollo de las vacunas de ARNm: La rápida creación de las vacunas contra la COVID-19 por Pfizer-BioNTech™ y Moderna™, no fue solamente un logro científico, sino un ejemplo de innovación acelerada. Los científicos no partieron de cero; aprovecharon décadas de investigación en tecnología de ARNm (un campo que muchas personas consideraban poco práctico), y la aplicaron de manera creativa para crear una solución a un problema global y altamente urgente. Esta capacidad de reutilizar el conocimiento existente de maneras nuevas es el núcleo de la innovación (Bialik & Fingas, 2020).
Cómo fomentarlo en los niños: Proporcionarles materiales abiertos y proyectos sin una única respuesta correcta. Fomentar el juego libre, en donde la imaginación es la protagonista. Exponerlos a una amplia gama de experiencias: Arte, música, ciencia, literatura y viajes. Un niño que construye un puente con palillos de madera, un robot con un kit de programación, o que escribe una historia inventada, está ejercitando sus músculos de la innovación (WEF, 2023).
3. LA COMUNICACIÓN AVANZADA: CONECTAR EN UN MUNDO INTERCONECTADO
La comunicación ya no se limita a una conversación tradicional “cara a cara”. En la actualidad, es un ecosistema sumamente complejo, que abarca la oralidad, la escritura, lo digital, y lo intercultural. Ser un comunicador avanzado significa ser capaz de adaptar el mensaje y el medio, para conectar efectivamente con diferentes audiencias, ya sea un cliente en otro continente, un colaborador en un proyecto remoto, y/o una comunidad en línea (Parker; Igielnik & Perrin, 2019).
¿Por qué es vital? El trabajo remoto y la globalización han hecho que la colaboración sea cada vez más virtual y diversa. La capacidad de expresar ideas con claridad en un correo electrónico, presentar un proyecto con confianza en una videoconferencia, entender las sutilezas de la comunicación no verbal en diferentes culturas, y construir relaciones a través de plataformas digitales es esencial para el éxito profesional (WEF, 2020).
Estudio de caso: Equipos de trabajo remotos globales: Considere una empresa de tecnología con un equipo de desarrollo en la India, diseñadores en los Estados Unidos de América, y un gerente de proyecto en Alemania. Para que ese proyecto funcione, cada integrante debe comunicarse de manera excepcional: Usar herramientas digitales (como Slack® o Asana®) de manera efectiva, adaptar su estilo de escritura para ser claro y conciso, y ser consciente de las diferencias culturales e idiomáticas en la comunicación (por ejemplo, el uso del lenguaje directo versus el indirecto). El fracaso en la comunicación avanzada llevaría al caos y al fracaso del proyecto (Parker; Igielnik & Perrin, 2019).
Cómo fomentarlo en los niños: Fomentar la escritura para diferentes propósitos (correos electrónicos, cartas, blogs, informes). Enseñarles a participar en debates y presentaciones. Exponerlos a diferentes idiomas y culturas, ya sea a través de programas de intercambio, de películas, o de comida internacional. Animarlos a colaborar en proyectos digitales con compañeros de otras partes del mundo, usando herramientas de colaboración en línea (WEF, 2023).
4. LA COLABORACIÓN Y EL TRABAJO EN RED: EL PODER DE ESTAR “JUNTOS”
Ningún logro significativo se construye en el aislamiento. La colaboración es la habilidad de trabajar efectivamente con otros; mientras que el trabajo en red es la capacidad de construir y de mantener relaciones profesionales y personales que pueden generar oportunidades y conocimientos. En el futuro, el éxito dependerá menos de lo que se sabe, y más de a quién se conoce, y con quién puede colaborarse, para lograr un objetivo común (Parker; Igielnik & Perrin, 2019).
¿Por qué es vital? Las organizaciones del futuro serán más fluidas y basadas en proyectos. Los profesionales pasarán de una “empresa para toda la vida”, a trabajar en múltiples proyectos simultáneamente, a menudo con equipos temporales y distribuidos. La capacidad de integrarse rápidamente en un nuevo grupo, de compartir conocimientos abiertamente, y de construir una red de contactos de apoyo, es y será crucial.
Estudio de caso: Proyectos de código abierto: Proyectos como el kernel de Linux, que es el núcleo de muchos sistemas operativos, o de Wikipedia® (la enciclopedia global), son monumentales ejemplos de colaboración a escala mundial. Miles de voluntarios, sin una jerarquía tradicional, trabajan juntos para crear y mantener estos recursos de manera colaborativa. Cada contribuyente aporta su experiencia, y el resultado es mucho mayor que la suma de sus partes. Esto demuestra cómo la colaboración descentralizada puede dar lugar a innovaciones de impacto global (OECD, 2021).
Cómo fomentarlo en los niños: Fomentar el trabajo en equipo en la escuela y en las actividades extracurriculares. Enseñarles a escuchar activamente, a respetar las opiniones de los demás, y a comprometerse en la resolución de los conflictos. Para los adolescentes, empezar a construir una red profesional temprano, como mantener un perfil en LinkedIn®, o crear un portafolio digital de sus proyectos, es una excelente práctica para el futuro (WEF, 2023).
CONCLUSIÓN: EL ARQUITECTO DEL FUTURO
Estas cuatro habilidades no existen en silos; se fortalecen y se potencian mutuamente. Un pensador crítico es un mejor comunicador, porque puede estructurar sus argumentos con lógica. Un innovador creativo necesita colaboradores para llevar sus ideas al mercado. Juntos, forman el perfil del “arquitecto del futuro”: Un individuo adaptable, resiliente, y con la capacidad de prosperar (thrive) en un mundo que cambia a un ritmo vertiginoso. Educando a nuestros hijos en estas habilidades, no solamente los preparamos para un empleo, sino para una vida plena y significativa. Les damos las herramientas para no únicamente adaptarse al futuro, sino para ayudarlo a dar forma. El futuro no es algo que simplemente nos sucede; es algo que creamos, y estas habilidades son nuestro kit de herramientas más valioso.
Hasta aquí con esta segunda entrega de este tema. La próxima semana, continuaremos con la cuarta entrega, y que tratará los siguientes subtemas: “Resiliencia, flexibilidad y gestión emocional ante la incertidumbre”, “Curiosidad, mentalidad de crecimiento y el aprendizaje continuo”, “Ética, ciudadanía global y responsabilidad social en entornos digitales”, “Cómo diseñar experiencias educativas para que estas habilidades se practiquen, y no solamente se enseñen”, dentro del tema: “Las habilidades clave para los años 2030-2050”. Reciban un muy cordial saludo desde la Bahía de Banderas (Puerto Vallarta y la Riviera Nayarit). (Continuará…)
Referencias:
Bialik, K. & Fingas, L. (2020). How to spot COVID-19 misinformation. Recuperado de: https://www.factcheck.org/2020/03/how-to-spot-covid-19-misinformation/ (Consultado en diciembre del 2025).
World Economic Forum. (2020). The future of jobs Report 2020. Recuperado de: https://www.weforum.org/reports/the-future-of-jobs-report-2020 (Consultado en diciembre del 2025).
World Economic Forum. (2023). The future of jobs Report 2023. Recuperado de: https://www.weforum.org/reports/the-future-of-jobs-report-2023 (Consultado en diciembre del 2025).
OECD. (2021). The future of education and skills: Education 2030. Recuperado de: https://www.oecd.org/education/2030-project/supporting-paper-the-future-of-education-and-skills-education-2030-3-redefining-student-competencies/ (Consultado en diciembre del 2025).
Parker, K.; Igielnik, R. & Perrin, A. (2019). Skills gap, soft skills and the future of work. Recuperado de: https://www.pewresearch.org/social-trends/2019/07/29/skills-gap-soft-skills-and-the-future-of-work/ (Consultado en diciembre del 2025).
Shapiro, G. L. & Merson, M. H. (2021). “The race for COVID-19 vaccines: A historical perspective”. The New England Journal of Medicine, 384(23), p.p. 2153–2155. https://doi.org/10.1056/NEJMp2104963 (Consultado en diciembre del 2025).






