Tres personas con discapacidad laboran en el gobierno de Hidalgo

• Rubicel Hernández, elevadorista; Erika López, subdirectora de área, y Armando Vivanco, gestor, son ejemplos de inclusión en la administración pública estatal
🖋 Redacción – PACHUCA
Con seis años de servicio, Rubicel Hernández García se ha convertido en un rostro conocido para quienes laboran en el Edificio de Gobierno, en la Plaza Juárez de Pachuca.
Como elevadorista, combina la disciplina con la cortesía al trasladar a usuarios entre pisos. Su ejemplo demuestra que ciertas limitaciones no definen el talento de una persona.
“Ser ciego no quiere decir que sea un impedimento trabajar o hacer ciertas cosas. La verdad es que estoy muy contento con mi trabajo”, afirma con orgullo quien mediante la puntualidad y el trato amable se ha ganado el reconocimiento de la gente.
Por su lado, con dos décadas de trayectoria en el servicio público, Erika López Bressant, subdirectora de área en la Coordinación General de Comunicación Gubernamental, como abogada aporta su experiencia en derecho y juicios orales.
Desde su visión como usuaria de silla de ruedas, reconoce las barreras que persisten y propone soluciones concretas:
“Que se respeten mucho los cajones azules y las rampas, que haya cajones azules, porque los han quitado. Como dicen los reglamentos, en cada determinados metros debe haber un cajón azul. Y respetar y sancionar a las personas que ocupan eso, para tener nosotros accesibilidad”.
Además, subraya la necesidad de campañas de sensibilización y simuladores que permitan a la sociedad y a los propios funcionarios entender lo que significa vivir con una discapacidad. Su voz se suma al llamado de que la inclusión no es un favor, sino un derecho.
Mientras tanto, en la Oficialía Mayor, Armando Vivanco recibe y gestiona documentos con la convicción de que la discapacidad no es un obstáculo para alcanzar sus metas. Reconoce que el gobierno de Hidalgo ha estado presente con las personas que viven con esta condición: “no nos han dejado a un lado”, afirma.
Desde hace dos años y medio, su labor administrativa se combina con un mensaje inspirador hacia los demás. Su perspectiva invita a abrir más oportunidades, generar empatía y ver la discapacidad como una posibilidad de enriquecimiento social.
Para él, la clave es simple pero profunda: superar cada día las creencias limitantes y convertirse en ejemplo para quienes atraviesan situaciones similares.






