Columna invitada

Oídos sordos

Si un(a) joven tiene el interés por incursionar en una actividad, un oficio o una profesión, y quiere triunfar, debe enfocarse en lo que quiere y no hacer caso de las opiniones de la gente que le rodea


Verónica Bracho Alburquerque *

Saludos queridos lectores. Hoy quiero resaltar la importancia de proteger y mantener los gustos y las habilidades que toda persona posee, es decir, cuidar y no dejarse llevar por los comentarios negativos que se llegan a recibir en el transcurso de la vida, incluso desde temprana edad.  

Si un(a) joven tiene el interés por incursionar en una actividad, un oficio o una profesión, y quiere triunfar, debe enfocarse en lo que quiere y no escuchar, no hacer caso de las opiniones de la gente que le rodea, ya sea familia, amigos, profesores; y sobre todo no hacer caso de los “especialistas”.  ¿Por qué lo digo? Abajo las respuestas:

Un profesor de inglés le dijo a Saúl Bellow que no tenía dotes literarios y le comentó que era un fracasado. Saúl ganó el Premio Pulitzer y el Premio Nobel de Literatura.

Un ejemplo de compromiso consigo mismo fue el caso de James Dyson, quien falló cinco mil 126 ocasiones haciendo prototipos de lavadoras durante quince años, hasta que logró el éxito.

El gran Henry Ford tuvo negocios automovilísticos fallidos.

Un ejecutivo le comentó a Harrison Ford que nunca triunfaría en el cine.

Charles Darwin fue catalogado como un estudiante mediocre y creó la Teoría de la Evolución.

A Fred Astaire un productor le dijo que no cantaba ni bailaba.

Albert Einstein fue un niño con problemas para hablar y comunicarse. Lo tomaban por tonto, y hoy representa uno de los más grandes genios del siglo XX.

Isacc Newton no servía para trabajar en una granja, y por ello fue al colegio; gracias a eso el mundo tuvo a un gran físico.

El coronel Sanders, del Kentucky Fried Chicken, es un ejemplo de gran tenacidad. Mil nueve veces fue rechazada su receta de pollo frito hasta que logró que fuera aceptada, y hoy es una de las franquicias más importantes del mundo.

Steven Spielberg fue rechazado varias veces de la Escuela de Artes Cinematográficas de la Universidad del Sur de California.

A The Beatles, unos productores les dijeron: “No nos gusta cómo suenan, no tienen futuro en la música”.

Michael Jordan fue rechazado del equipo de basquetbol de su escuela.

El colmo fue con Walt Disney, cuando lo corrieron de su empleo por “falta de imaginación y buenas ideas”.

Al rey del rock and roll, Elvis Presley, le llegaron a decir: “Dedícate a conducir camiones, porque nunca llegarás a ser cantante”.

Ejemplos sobran. El mensaje es no darse por vencido y tener oídos sordos.  Hasta la próxima.

* Socióloga y doctora en investigación educativa

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