Navidad, fenómeno religioso y social
“La Navidad es una necesidad. Tiene que haber al menos un día en el año para recordarnos que estamos aquí para algo más que nosotros mismos”: Arnold Eric Sevareid, escritor y periodista estadounidense
🖋 Verónica Bracho Alburquerque *
La Navidad se celebra en más de 160 países del mundo por más de dos mil millones de personas.
Estas celebraciones tienen una óptica muy diferente de acuerdo a las vivencias personales y a las formaciones profesionales. Aquí daremos un breve esbozo de estas grandes diferencias que se presentan ante un hecho real como es la Navidad.
Iniciamos con los sociólogos, que son los estudiosos de la sociedad y de sus organizaciones y que ven las fiestas navideñas como un fenómeno social que refleja las normas, los valores y las estructuras sociales de un país, siendo la parte negativa el excesivo consumismo provocado en gran parte por la mercadotecnia y por los medios de comunicación. “Mientras más consumes, más feliz eres”. Este consumo que generalmente se realiza, deteriora la economía familiar, por ser solamente compras emocionales y de apariencia.
Para los psicólogos, la Navidad está cargada de bipolaridad: mientras que para unos produce emociones positivas, como bienestar, felicidad, paz, armonía, gratitud, para otras personas genera estrés, ansiedad, sufrimiento al extrañar a los seres queridos, presión económica, soledad, provocadas por cuestiones personales, familiares y en muchas ocasiones económicas, por las expectativas sociales que genera.
Para los filósofos, hay varias corrientes que lo analizan, desde la filosofía ética que impulsa las virtudes humanas y la moralidad, reflexionando sobre el bien y el mal. La filosofía existencialista, que ve la Navidad como un momento de reflexión existencial sobre la vida y la muerte. Los filósofos existencialistas como Jean-Paul Sartre lo podrían ver como un reflejo de la alienación de los individuos en un mundo moderno. La filosofía hegeliana, con su estudio dialéctico, lo observa como la reconciliación entre lo divino y lo humano, entre el espíritu y la materia, entre el individuo y la comunidad. La filosofía del consumo y la crítica cultural, representada por filósofos más cercanos, como Theodor Adorno o Herbert Marcuse, ha analizado cómo las festividades modernas, como la Navidad, pueden estar orientadas a reforzar la industria del consumo y en promover una falsa satisfacción.
Se festeje el nacimiento de Jesús o se busque la convivencia familiar, es un hecho que este tipo de acontecimientos, al igual que los cumpleaños o las conmemoraciones especiales, son momentos que adornan nuestra existencia, que ensalzan la vida, rompiendo la monotonía, el desgaste del trabajo o de los problemas diarios. Forman un espacio de esperanza y de reconciliación con la vida misma. Así que ¡a festejarlos! Y les comparto algunas frases referentes a estas fechas.
“Bendita sea la fecha que une a todo el mundo en una conspiración de amor”: Hamilton Wright Mabi, profesor estadounidense.
“Ojalá pudiésemos meter el espíritu de Navidad en jarros y abrir un jarro cada mes del año”: Harlan Miller, escritor inglés.
“Recuerda, en el mes de diciembre el amor pesa más que el oro”: Josephine Dodge Daskam Bacon, escritora estadounidense.
“La Navidad es el día que une todos los tiempos”: Alexander Smith, filósofo inglés.
“Los recuerdos, como una vela, brillan más en la Navidad”: Charles Dickens, autor inglés.
¡Felices fiestas!