Cómo realizar un plan de acción extraordinario que le permitirá lograr el éxito en la vida y en los negocios (parte 3)

• “Solamente los mediocres mueren siempre en su mejor momento. Los líderes auténticos, siempre están mejorando y elevando el listón de la calidad de sus actos, y de la velocidad de sus movimientos”: Jean Giraudoux
David Moisés Terán Pérez *
Estimadas(os) lectoras(es), en esta tercera entrega se desarrollará el paso número tres para realizar nuestro plan de acción extraordinario para lograr el éxito en la vida y en los negocios, y es responder a la siguiente pregunta: ¿Cuándo espera haber alcanzado su(s) meta(s), su(s) sueño(s), y/o su(s) objetivo(s)? Sin temor a equivocarme, el no responder oportuna, efectiva y adecuadamente esta pregunta es la causa principal de la enorme cantidad de fracasos, de frustraciones, de enojos y del abandono de proyectos productivos y provechosos por parte de muchas personas.
Porque un sueño sin una fecha de realización específica es sinónimo de una absoluta falta de compromiso(s), ya que no impone ese sentido de urgencia para llevarlo a cabo, y eso nos hace vulnerables a la procrastinación.
Es importante establecer que en este tercer paso es cuando sus objetivos, sus metas y/o sus sueños comienzan a convertirse en algo específico. Este paso es el que permite establecer el periodo de tiempo en el que usted se propone cumplimentar su(s) meta(s), ya que un sueño sin una fecha de cumplimiento, es solamente una fantasía o en el mejor de los casos, sólo un buen deseo. Recuerde, una meta es un sueño con una fecha de realización.
Así es que a partir del momento en que se establece la fecha de consecución de la(s) meta(s), el tiempo se convierte en un factor definitivo. Por lo tanto, asignar una fecha para el logro de “algo” (objetivo(s), meta(s) y/o sueño(s) produce cambios específicos tanto en usted como en su comportamiento.
Primero que todo, es una prueba fehaciente de su total compromiso hacia la realización de dicha(s) meta(s). Al hacerlo de esa manera usted está poniendo en juego su reputación, está adicionando una presión que no existía antes, y esa presión será la encargada de ponerlo en movimiento.
El fijar una fecha y hacer del dominio público ese compromiso hace que usted realice las acciones que deba cumplimentar para lograr lo que se propuso llevar a cabo, porque sabe que su reputación no puede ser cuestionada; es decir, puesta en entredicho. Y créame, lo logrará, porque está listo para pagar el precio por conseguirlo; generalmente, el precio a pagar se llama autodisciplina. Y más que pagar el precio, hay que disfrutar ese precio y ese proceso. Y todos sabemos que el proceso de ir desde dónde ahora está, a dónde quiere llegar, conlleva modificar ciertos hábitos e invertir su tiempo.
Es aplicar la ley de causa-efecto en su mejor y más importante expresión. Esto significa que “lo que coseche, eso sembrará”. Por lo que, siempre disfrute el precio, para que por ende disfrute de los resultados. ¡No sufra! Usted debe saber que toda meta digna de alcanzar, llevará un cierto periodo de tiempo en alcanzarse, por eso debe ser paciente y perseverar hasta conseguir lo que se propuso. No se desanime si para conseguir su(s) meta(s) debe invertir varios años, porque a lo largo del camino, su compromiso con sus sueños, le traerá muchos beneficios adicionales. Ya que como dice el filósofo de los negocios James Emanuel Rohn: “No pida menos problemas, pida más habilidades”.
Un segundo punto de por qué fijar una fecha específica para lograr su(s) meta(s) es que al hacerlo sabemos exactamente con cuánto tiempo contamos para alcanzarla, lo cual nos permite revisar periódicamente nuestro rendimiento y así poder analizar y evaluar que tan rápido y efectivamente nos estamos moviendo hacia la consecución de lo planeado; ya que no debemos confundir acción con movimiento (la acción siempre lleva a resultados; mientras que el movimiento sólo garantiza desplazamiento).
Porque no solamente se trata de alcanzar una meta, la realidad objetiva establece que conseguir esa meta también debe permitirnos disfrutar de su(s) resultado(s). Por ejemplo, no se trata de tener la casa de sus sueños cuando tenga 80 años y le sea difícil desplazarse por ella, o poder viajar al extranjero cuando no pueda disfrutar el viaje. Debemos poner urgencia a nuestros sueños, para conseguirlos y disfrutarlos.
Otro de los enemigos de nuestro éxito es la falta de una autoevaluación objetiva y cuantitativa, que nos permita ver qué tanto nos vamos acercando a lo que deseamos obtener. No podemos dejar que las cosas simplemente ocurran; no, debemos hacer que las cosas sucedan de acuerdo a como nosotros planificamos que se lleven a cabo. En otras palabras, fijar una fecha de cumplimiento nos proporciona el mejor vehículo para conseguir nuestra meta.
Por ejemplo, si usted se encuentra el día de hoy (martes 27 de abril del 2021) en la ciudad de Ensenada en Baja California, y desea desplazarse hacia la ciudad de Mérida en Yucatán para cerrar un negocio con un cliente importante el viernes 30 de abril a las 16 horas, ya identificó a dónde requiere llegar, qué día y a qué hora. En ese momento, debe identificar qué medio o qué vehículo debe utilizar para trasladarse del punto A (Ensenada) al punto B (Mérida), y entre estas opciones están: en auto, en avión, en bicicleta, caminando, etcétera; y debemos entender que hasta este punto no hay una opción que sea mejor que las otras, son diferentes y ya (unas son más divertidas, otras más económicas, otras más sencillas). Empero, por la premura del viaje usted escoge que la mejor opción es la aérea.
Este ejemplo quizá sea bastante simple; sin embargo, muchas personas no logran cumplir sus sueños porque al momento de decidir “qué vehículo” los llevará a la consecución de sus sueños no saben discernir sobre cuál es el mejor, y se atascan en elucubraciones, miedos, hipótesis, teorías, racionalizaciones o una combinación de éstas, y nunca logran ponerse en acción con la decisión que corresponda. Y entonces aparece el miedo al fracaso, el miedo al ridículo e incluso el miedo al éxito los paraliza y no ejercen acción, y prefieren posponer para una mejor oportunidad el continuar; pero como el escenario perfecto no existe, simplemente abandonan lo que ya habían iniciado.
En conclusión, acepte el reto y establezca una fecha específica para lograr su(s) meta(s). Quite a su ego del proceso. Y si al evaluar su(s) avance(s) en la consecución de su(s) sueño(s) se da cuenta de que la fecha preestablecida no se cumplirá, sólo entonces modifíquela por una nueva y continúe trabajando como hasta ese momento lo ha hecho, y en el momento oportuno, su meta y usted se encontrarán irremediablemente.
Finalmente, un tercer punto acerca de fijar una fecha específica para lograr lo planificado es que le ayudará a dar prioridad a todas aquellas actividades que le ayudarán a materializar su(s) objetivo(s), ya que saber que usted cuenta con un lapso específico de tiempo le dará singularidad de propósito, y una actitud mental positiva en la realización de sus actividades previamente planificadas.
Con esto, usted entenderá que la palabra tiempo adquiere un significado diferente en su vida, ya que lo utilizará de manera óptima y efectiva, y no lo desperdiciará en trivialidades. ¡Enhorabuena estimadas(os) lectoras(es)! Por favor, hagan su lista de metas, respondan por qué quieren conseguirlas y pongan una fecha de consecución.
La siguiente semana analizaremos la cuarta etapa en la construcción de nuestro plan de acción extraordinario para lograr el éxito en la vida y en los negocios, respondiendo la siguiente pregunta: ¿Con qué cuenta y qué necesita aprender para lograr esas metas?