El amor y la amistad en la actualidad: un nuevo laberinto

• El “ghosting”, el “orbiting”, el “breadcrumbing”, el “cushioning”, el “submarining”, el “dexting” y el “instagraxiety” reflejan la complejidad de las relaciones en la era digital
🖋 Verónica Bracho Alburquerque *
El amor y la amistad, conceptos en constante evolución a lo largo de la historia, se encuentran hoy en día inmersos en una nueva era, moldeada por la omnipresencia de la tecnología y las redes sociales, que han transformado radicalmente la forma en que nos relacionamos.
Atrás quedaron las declaraciones de amor cara a cara, las románticas cartas o “los celestinos”. Ahora, un simple mensaje puede dar inicio a una relación, y también ponerle fin.
El “ghosting”, esa práctica de desaparecer sin dejar rastro, se ha convertido en una forma común de terminar relaciones y dejar a la otra persona en la incertidumbre.
También existe la separación romántica o amistosa, donde uno de ellos mantiene la comunicación superficialmente y anda “orbitando” a la persona a través de likes y de los comentarios a sus publicaciones, pero sin mantener una comunicación directa con su ex pareja.
Y esto no sucedía hace algunos años, pues si una relación terminaba, ya no había ni debía existir más comunicación. Orbiting: estar presente como espectador en las actividades de la o del ex.
Otro tipo de relación a medias es la comunicación esporádica, en la que se envía un mensaje de invitación a la persona y después se olvidan de dicha invitación o la cancelan con pretextos poco creíbles, lo que genera confusión, frustración, o cierta esperanza, pero solo son mensajes intermitentes.
¿Creen que antes podría realizarse esto? Ni siquiera pensarlo, la intención era poderse acercar o incluso solo ver a la persona. No había tiempo, ni forma para estos juegos. Breadcrumbing: una forma de manipulación emocional en la que una persona mantiene el interés de otra mediante señales mínimas y esporádicas, sin intención de establecer un compromiso real.
¿Y qué decir de mantener una, o dos o hasta tres velas prendidas? Esta práctica siempre ha existido, pero con las redes sociales se magnifica. Así, una persona tiene su pareja, pero la relación está estancada y ella o él empieza a buscar otras personas, por si falla la relación, tiene rápido su relevo. Cushioning: mantener varias opciones románticas “en espera”, por si la relación principal falla.
Y como cada cabeza es un mundo, no falta el pretendiente que hace su ghosting y después aparece como si nada hubiera pasado. Submarining: es como si se hubieran sumergido en un submarino y luego emergieran de nuevo, causando daño a la persona por su doble juego.
Las inseguridades de las personas también han llevado a preferir las relaciones a distancia, sin atreverse a vivirlo en la realidad. Ahí tenemos las relaciones de personas que viven en diferentes países y con el pretexto de estar lejos solo mantienen su relación a lo lejos a través de una lap (dexting).
Hay personas que su vida es estar presente en la internet, asi que los likes, las reacciones de la gente, son cruciales para su bienestar (valoración social), publicando hasta contenido provocativo para llamar la atención. Y si todas las acciones realizadas no provocan lo esperado y empieza a perder experiencias en redes sociales, puede la persona enfermar, deprimirse y caer en un “instagraxiety”, término que describe la ansiedad o el estrés que una persona experimenta como resultado del uso de las redes sociales, especialmente en lo que respecta a la comparación social y la percepción de la vida de los demás. Este mal, no existía en otras épocas, se origina con esta tecnología.
Por otra parte, está el(la) cazador(a) que intenta ligar con varias personas al mismo tiempo, cuando realmente nadie le interesa. Esta conducta también se ha presentado a lo largo del tiempo, siendo más complicado sin la internet. Fishing: práctica que implica buscar atención romántica de manera indiscriminada y superficial, sin un interés genuino en las personas involucradas.
En años anteriores, nos podíamos sentir mal si no nos invitaban a alguna fiesta, era un rechazo a nuestra persona el no incluirnos. Ahora, esto también sucede, pero en las redes, y se conoce como Fomo (Fear of Missing Out), y repercute como miedo a no estar en las experiencias o eventos compartidos en las redes sociales.
Como observamos, el amor y la amistad se han vuelto líquidos, frágiles; es decir, ya la solidez de los compromisos ha ido disminuyendo.
Todos estos conceptos, reflejan la complejidad de las relaciones en la era digital, donde la comunicación y la interacción se han transformado significativamente.
Los expertos, como Zygmunt Bauman, uno de los más reconocidos sociólogos que se ha especializado en estos temas, resalta que la falta de seriedad a las relaciones puede producir incertidumbre, ansiedad, incluso aislamiento y soledad, a pesar de la aparente y constante conexión en la que vivimos, pues las relaciones que se generan son superficiales y generalmente efímeras. Bauman nos dice que vivimos en una sociedad liquida.
Este tema me recuerda una película muy simpática mexicana “Cilantro y perejil” en el que Germán Dehesa, un periodista y escritor muy bueno, aparece con comentarios muy certeros sobre las relaciones amorosas de la época de los años 80.
Y usted, ¿qué opina de estos cambios tan radicales? Hasta la próxima.