Columna invitada

Empezando a crecer…

La educación de un(a) niño(a) no puede ser estipulada como si fueran las instrucciones de una receta de cocina


Verónica Bracho Alburquerque *

¡Comme ils sont! Con aire francés, les saludo estimados lectores. En el artículo anterior, comentamos sobre la etapa de vida después de los sesenta años; hoy, quiero retomar la etapa de los primeros años de vida, entre el primer año y los 13 años, el tiempo denominado como la infancia. Una etapa que marca el comportamiento y la personalidad de la persona, y en donde los padres tienen un papel muy significativo.

La educación de un(a) niño(a) no puede ser estipulada como si fueran las instrucciones de una receta de cocina, la cual, si se lleva a cabo de una manera exacta, se obtiene un rico postre o un delicioso guisado; desafortunadamente para una persona no resulta así, ya que independientemente de la edad que tenga el individuo (incluyendo a un(a) menor de edad), posee un cúmulo de pensamientos, de experiencias, de vivencias, de una genética heredada, de una educación y de unos valores familiares, y de un entorno social y familiar definidos en ese momento en el espacio-tiempo, en el que se mezclan todos estos aspectos; y esa “receta de cocina” funcionará en algunos casos, pero en otros no.

Fuente: piensamercamx

Pero lo que sí se puede hacer es encauzar al pequeño individuo y darle las herramientas necesarias para fortalecer su vida interior y exterior, y así facilitarle en gran parte sus experiencias de vida. Así que, dentro de los consejos o de las recomendaciones que deben considerarse para la formación relativamente sana de un(a) niño(a) son:

En el campo de la salud mental, afectiva y tiempo libre:

  • Enseñar al niño, a ser cortés, los buenos modales le ayudarán a relacionarse.
  • Que el menor de edad lea, hay cuentos cortos, fábulas, revistas que harán al niño o a la niña, empático(a) e imaginativo(a).
  • Que el infante participe en campamentos, en excursiones, y/o en paseos con la familia. Esto experimentará su sentido de integración familiar, y el contacto con la naturaleza.
  • Enseñarle a manifestar sus emociones; por ejemplo, que sepa que el llorar lo hará sentir mejor, pero sin caer en el chantaje o como instrumento de conseguir lo que quiere.
  • No darle un celular. Su uso enajena y crea dependencia, incluyendo la información no adecuada a la que podrían tener acceso.

Trabajo, finanzas y familia:

  • Que cooperen en las labores de casa: tender su cama, ordenar sus juguetes, y su ropa.
  • Enseñarles a compartir sus objetos personales con sus hermanos(as).
  • Generarles la importancia del ahorro y de la inversión con sus mesadas o “domingos”.
  • Inculcar el gusto y la dedicación a la escuela.

Aptitud física y cuidado corporal:

  • Enseñarles y practicar la higiene diaria: el baño diario, el cepillado de dientes, el corte de uñas.
  • El que aprender andar en bicicleta; es buen ejercicio y permite trasladarse con independencia. Saltar la reata, es un ejercicio sencillo y ayuda a prepararse para diversos deportes. Aprender a nadar, ya que es el deporte más completo que existe, pues incluye la coordinación y la adecuada respiración.
  • Incorporar poco a poco la práctica de la meditación. Hay muchos canales de YouTube™, que incluyen sesiones para niños.

Comida y bebida:

  • Es indispensable que el(la) niño(a) coma sentado a la mesa y haga un uso correcto de los cubiertos. Que coma pocas frituras. Y tome refrigerios de verduras y de frutas. El beber leche es mucho mejor que tomar refrescos cuando se tiene sed.

Revisiones médicas:

Ir al dentista cada seis meses. Acudir al oculista es imprescindible, muchos niños tienen problemas de visión, y los padres lo desconocen.

Dentro de los personajes célebres que iniciaron a muy temprana edad sus disciplinas son: Charles Chaplin, que inició la actuación a la edad de ocho años; y el pianista Franz Liszt, quien dio su primer recital a los nueve años.

Estos mínimos pasos, generan una base sólida en la autoconfianza del niño y posiblemente se genere el éxito esperado; pero el trabajo sigue, sobre todo en el cambio abrupto de la adolescencia, que nos tambaleó a nosotros, y también inquietará a ellos(as), por lo que es importante continuar con la dinámica de los pequeños pasos que se deben dar y que será el tema con el que continuaremos. Entonces: ¡A tout à l’ heure!

Referencia:

Selecciones del Reader´s Digest. (1990). La mejor forma de estar en forma. México: Selecciones del Reader´s Digest.

* Socióloga y doctora en investigación educativa

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