Exigen justicia en caso de mujer que murió atropellada; denuncian corrupción
• La víctima tuvo la culpa por “usar ropa oscura en un horario con poca luz”, además de no ceder el paso al vehículo: perito; el conductor iba alcoholizado y reconoció ser consumidor de cocaína
Miguel Alburquerque – PACHUCA
Familiares de Liliana Ramírez, la mujer que murió atropellada el pasado 9 de mayo cuando cruzaba el bulevar Nuevo Hidalgo, pidieron la intervención del gobernador Omar Fayad Meneses para encontrar justicia en este caso donde denunciaron presuntos actos de corrupción en la Procuraduría estatal (PGJEH).
En conferencia de prensa, señalaron que el chofer de la camioneta VW Tiguan, Christian C. R., fue dejado en libertad a pesar de que aquella mañana conducía en estado de ebriedad, con 0.83 grados de alcohol según la prueba que le fue realizada, además de que huyó de la escena para evadir su responsabilidad y en el desahogo de la carpeta de investigación 12-2022-06398 reconoció ser consumidor de cocaína.
Rubén, el hermano de la víctima, dijo que a pesar de que el accidente ocurrió a las 5:10 horas, el Servicio Médico Forense (Semefo) realizó el levantamiento del cuerpo hasta después de las 10:00 de la mañana, además de que la familia no fue notificada sobre el hecho.
Al enterarse de que Liliana no se presentó a trabajar y no respondía las llamadas telefónicas de su hijo, comenzaron a buscarla y fue hasta después de las 3:00 de la tarde cuando en el Semefo les informaron que había un cadáver con las características de la víctima, a quien finalmente identificaron.
Señaló que cuando se dirigía a la PGJEH fue abordado por tres personas, a quienes identificó como “Los Cano” de Actopan, para proponerle un “acuerdo” por la “reparación del año”, a lo cual se negó, pero cuestionó cómo fue que los presuntos abogados se enteraron de que había acudido al Semefo.
El martes 10 de mayo fue llamado a declarar el hijo de Liliana y un día después, el miércoles 11, se les notificó que Christian C. R. había quedado en libertad, pues el peritaje salió a su favor.
Según la conclusión de este documento, Liliana tuvo la culpa de su muerte por efectuar el cruzamiento de una intersección regida por semáforos, lo cual hizo “arriesgando su integridad fuera de la zona destinada para el paso de transeúntes, con ropa oscura en un horario con poca luz, no cediendo el paso al vehículo en tránsito, lo que ocasiona que sea atropellada por la vagoneta Volkswagen Tiguan”.
En el peritaje realizado por Alejandro Nochebuena Calva se determinaron daños por 28 mil 700 pesos a la camioneta, aunque en la PGJEH le dijeron a Rubén que “no se preocupara”, pues “los daños no se heredan”.
El consanguíneo de la víctima aseguró que el conductor de la camioneta nunca frenó, además de que se negó a hacer la prueba toxicológica, por lo cual consideró injusto que esté libre.
“El arreglo no lo sabemos, pero todo apunta a que el peritaje se hizo como él pensó”, manifestó.
Otra inconsistencia es que en el informe oficial se estableció que Liliana cruzó del fraccionamiento Prismas hacia la tienda Chedraui, cuando en realidad fue al revés, pues se dirigía a tomar su transporte a Tizayuca, donde se desempeñaba como asistente educativa.
“No le vemos ningún sentido a la protección hacia él, porque no es justo que una persona salga alcoholizada a matar personas. Creo que la impunidad se maneja desde adentro”.
Marisela, la madre de Liliana, dijo que Christian C. R. la desgració la vida y también exigió justicia.
De acuerdo con Rubén, los familiares solicitaron una audiencia con el procurador Alejandro Habib, quien los mandó con su secretaria y ésta les dijo que “no se desesperaran”, pues “este es un proceso largo y apenas va empezando”.