Columna invitada

Instituciones que sí funcionan

“La gratitud es la memoria del corazón:” Jean-Baptiste Massieu


🖋 Verónica Bracho Alburquerque

¡Hola! Estoy muy contenta, porque a pesar de tantas cosas negativas que vivimos diariamente todavía hay personas e instituciones que se rescatan y que nos recuerdan que no todo está perdido.

Y lo comento por el gran apoyo que tuve con la Condusef al acercarme con ellos y solicitar su intervención para que me fuera devuelto un dinero que un banco español, por enojo, y por cambiarme de ese banco, quería desquitarse, manipulando como quería mi dinero y mis pagos.

La Condusef les puso el alto y solucionó el problema. También pedí apoyo a Profeco por el servicio de un taller mecánico que tuvo mi auto parado por meses, y que cuando me lo devolvieron estaba en las mismas condiciones en las que se los entregué para su reparación, pero sí cobrándome el “supuesto arreglo”.

Y gracias a la intervención de la Profeco pude rescatar la mitad del dinero que me habían cobrado.

Posteriormente acudí con el gerente de una sucursal del “Banco fuerte de México” porque me estaba cobrando un seguro que ni yo sabía que existía y era una renta mensual, y del cual me percaté por los movimientos de mi tarjeta, y el gerente, un señor muy amable y muy solicitado por su actitud positiva y su espíritu de atención, solucionó el problema, y también me fue devuelto mi dinero.

Siempre es honroso encontrar instituciones que sí cumplen con su labor, pues desafortunadamente cada vez es más común toparnos no con malos, sino con pésimos servicios, desde la atención al cliente, como el mismo servicio con cobros exagerados.

Incluso, siempre muestran las instituciones -sobre todo las gubernamentales- números telefónicos, los cuales nunca son capaces de contestar. Es por ello que al acudir a la Condusef, a la Profeco y al “Banco fuerte de México”, y recibir una atención humana, sin necesidad de tener amistades en ninguno de esos lugares, o las clásicas “palancas”, y solucionarme un problema que me generaron terceros, me deja totalmente complacida de que las cosas se realicen bien.

El agradecimiento es otra de las palabras-clave del tema, pues quedé totalmente agradecida con las personas que me atendieron; y este concepto -el agradecimiento- fue considerado por el romano Cicerón como “la madre de todas las virtudes”, por su relevancia en los núcleos humanos.

También Séneca, desde esas lejanas épocas, ya decía que el dar y el recibir beneficiaba tanto al que otorgaba como al que recibía. Y no forzosamente hablaban de objetos o de especies, sino de reconocimiento y de aprecio.

El agradecimiento es también el reconocer y honrar a aquellos que nos apoyan o que nos benefician. Desde el aspecto psicológico, contribuye al bienestar y a la paz interna. Desde el aspecto social, contribuye a una conexión social.

Edmundo Velasco, especialista en la Programación Neurolinguistica, comenta que en la misma Biblia, Dios nos dice que la gratitud es abundancia, y quien se queja crea carencia, y da un dato muy interesante: nos dice que en Marcos 4:25 en todas las biblias cortan la frase: “En verdad, en verdad, os digo, a quien tiene se les dará más, y a los que no tienen, lo poco que tienen se les quitará”.  En pocas palabras, nos dice que al rico se le dará más, y al pobre hasta lo poco que tiene se le quitará.

Pero el párrafo completo, dice: “Quien es agradecido se le dará más, y al que no tiene gratitud se le dará menos. La palabra “gratitud” la omiten. Esto fue realizado por el emperador romano Constantino, quien manipuló y creó la Biblia con tan solo cuatro evangelios, cuando eran 19, y a esos evangelios descartados les llamó “Evangelios Apócrifos”. Así de importante es el agradecimiento, al grado de omitir la palabra para no generar abundancia.

Actualmente existen muchas personas reconocidas que nos hacen hincapié en la importancia de la gratitud: maestros yoguis, psicólogos, tanatólogos, las terapias alternativas como el tapping, las barras access, la meditación, el hopohono, las terapias orientales, las mismas iglesias, la educación en casa y la misma sociedad valoran a una persona agradecida.

Navegando en la internet nos encontramos con eruditos del tema como es el español Alonso Puig, la psicóloga Paola Lavín, el mismo chamán mexicano Fer Broca, nos hablan constantemente de la importancia de ser agradecidos con las personas y con la vida.

Esperemos que poco a poco no solo los burócratas, sino todos los que laboramos, respetemos nuestra labor de servicio, pues por ello recibimos un salario, y también podremos recibir el agradecimiento de la gente.

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