Columna invitada

La música como solución al estrés

¡Vacilón, qué rico vacilón! ¡Cha, cha, cha, qué rico cha cha cha!


Verónica Bracho Alburquerque *

Alegrarse, entristecer, sonreír, llorar, recordar, bailar, volver a vivir momentos… Todo esto y más nos produce la música. La música llega a dirigir nuestras emociones y viceversa, nuestras emociones dirigen la música que quieren sentir nuestras emociones.

Así, podemos escuchar música estimulante: rock, pop, salsa, danzón, tecno, cumbia, la cual aumenta nuestra energía y pone en movimiento el cuerpo. Aumenta el nivel de atención y de excitación, provocando emociones intensas, ya que estimula el área subcortical del cerebro, brindando una mezcla de dopamina(1) y de adrenalina(2).

La música sedante, entre la que se encuentran la música de concierto (clásica), el bossa nova, el jazz, el lounge y el chill out, provoca una sedación física, intelectual y contemplativa. También es ideal para actividades que requieren creatividad, innovación e imaginación.

La música romántica tiene la capacidad de producir en el cerebro oxitocina (la hormona del amor), la cual agudiza los sentimientos de enamoramiento o de dolor. En los casos de insomnio, la música de instrumentos de cuerda y ritmos suaves, semejantes a las canciones de cuna, es de apoyo; contra la depresión se utilizan melodías tristes que luego alcanzan un tono más dinámico, y para los que buscan relajarse es recomendable la combinación de sonidos naturales y electrónicos.

Para las mujeres embarazadas, como parte de la preparación del parto, la musicoterapia es utilizada para producir una actitud mental positiva, ayudándoles en la relajación que permite la reducción de medicamentos. Y para el bebé, la música le ayuda en su desarrollo cognitivo.

El cerebro (que es el encargado de todo este sube y baja en nuestro ser), al escuchar la música activa los mismos centros de placer que si estuviéramos comiendo un chocolate o haciendo el amor.

Este maravilloso órgano llega a producir sensaciones placenteras y sensaciones de relajación con sólo percibir las ondas sonoras de la música.

Algunos estudios llegan a considerar la música como una de las actividades más complejas que la mente humana puede llevar a cabo, e incluso indican que la música es capaz de modificar la consciencia de manera muy poderosa.

Alemania cuenta con la más grande escuela en Europa de investigación de musicoterapia. “La musicoterapia parte del principio de que todas las situaciones de angustia, tristeza y duda se originan en el cerebro. Por esta razón, es a través de la terapia que se envían sensaciones que relajan al cerebro, anulando así los impulsos que generan una enfermedad” (Domínguez Cuéllar, 2006).

Cabe mencionar que la musicoterapia es tomada como profesión desde 1950. Esta escuela también ha comprobado la influencia que la música ejerce sobre el ritmo respiratorio, la presión arterial y los niveles hormonales. Es por eso que se dice que los ritmos cardiacos se aceleran o se vuelven más lentos hasta el punto en que llegan a sincronizarse con los ritmos musicales. La música siempre está presente en nuestra vida, desde la canción de cuna hasta la marcha fúnebre, pasando por la marcha nupcial y el vals en la adolescencia de las quinceañeras. Enlistamos de manera muy general los beneficios que se reciben al escuchar música:

• Ayuda a expresar los sentimientos

• Modifica nuestro estado de ánimo y nuestra conducta

• Mejora el aprendizaje

• Alivia la ansiedad y reduce el estrés

• Estimula la creatividad

Así que, vamos a alegrar al cerebro y al corazón con nuestra música predilecta. ¡Un saludo fraternal!

Referencias:

Domínguez Cuellar, Nancy. (2006). Música como Terapia. DW. Made for minds. En línea en: https://www.dw.com/es/m%C3%BAsica-como-terapia/a-2184135.

Jauset Barrocal, Jordi. (2008). Música y neurociencia: La musicoterapia. Barcelona, España: Editorial UOC.

(1) Dopamina: Neurotransmisor que usan las neuronas para comunicarse entre ellas, y es causante de las sensaciones placenteras, y de la sensación de relajación

(2) Adrenalina: Hormona que produce el organismo de manera natural. El organismo libera esta sustancia para poder enfrentarse a situaciones de riesgo. Activa el sistema circulatorio, y dilata los bronquios.

* Socióloga y M.C.E.

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