Los hermanos incómodos

• Es una cruda realidad que dos personas con un vínculo genético tan cercano, puedan romper ese lazo tan fuerte al llegar a la vida adulta
🖋 Verónica Bracho Alburquerque
Si observamos las efemérides, cada día se conmemoran acontecimientos y festividades de lo más diversas, algunas incluso curiosas, como el “Día de no Trabajar” o el “Día Mundial del Sueño”.
En este contexto, el pasado 5 de septiembre se celebró el “Día del Hermano”, una fecha que me llevó a reflexionar sobre un tema tan común como silenciado: los “hermanos incómodos”.
Parece mentira, pero es una cruda realidad que dos personas con un vínculo genético tan cercano, que compartieron padres, hogar y vivencias durante toda su infancia y adolescencia, puedan romper ese lazo tan fuerte al llegar a la vida adulta.
¿Las causas? Son variadas: la competencia por el afecto de los padres, que genera rivalidad y envidias; las preferencias de los progenitores por un hijo en particular; las incompatibilidades de carácter o las diferencias ideológicas. Sin embargo, la causa más común y destructiva suele ser una sola palabra: dinero, o para ser más precisos, la herencia.
Este fenómeno no es nuevo; ha existido desde que se creó la humanidad. A continuación, algunos de los casos más emblemáticos que la historia nos han dejado.
EN LA HISTORIA Y LA MITOLOGÍA
- Caín y Abel: Caín mata a Abel por envidia.
- Rómulo y Remo: fundadores mitológicos de Roma, cuya disputa por el control de la nueva ciudad termina con la muerte de Remo a manos de su propio hermano.
- Eteocles y Polinices: hijos de Edipo en la mitología griega, quienes se dieron muerte mutuamente por el trono de Tebas.
- Atahualpa y Huáscar: herederos del imperio inca que se enfrentaron en una guerra civil por el poder, justo antes de la llegada de los conquistadores españoles.
- Ana y María Bolena: la historia registra la rivalidad por el amor del rey Enrique VIII de Inglaterra.
- Napoleón y Luciano Bonaparte: a pesar de su lazo familiar, terminaron distanciados por irreconciliables diferencias políticas.
EN EL ARTE Y LA LITERATURA
- Vincent y Theo Van Gogh: aunque Theo fue el principal soporte económico y emocional de Vincent, la relación se vio afectada por las tensiones derivadas de la salud mental del pintor y la carga que esto representaba.
- “Los hermanos Karamázov” de Fiódor Dostoievski: una novela que detalla las pasiones, rivalidades y conflictos de una familia que desembocan en un parricidio.
- Los hermanos Soler (Fernando, Andrés, Domingo y Julián): íconos del cine de oro mexicano, su relación estuvo marcada por una constante rivalidad profesional por los mejores papeles y contratos.
- Los hermanos Bichir (Demián, Bruno y Odiseo): aunque han manifestado tensiones públicas por sus diferentes posturas políticas, han logrado mantener su vínculo familiar.
EN LA MÚSICA
- Michael Jackson y sus hermanos: la espectacular carrera de Michael como solista provocó un distanciamiento profesional y personal con los miembros de The Jackson Five.
- Noel y Liam Gallagher (Oasis): llevaron a los escenarios su conflictiva relación, protagonizando peleas y agresiones; finalmente disolvieron la banda.
- Ray y Dave Davies (The Kinks): otro ejemplo icónico del rock británico, cuyas agresiones en el escenario eran un reflejo de su enemistad.
EN LOS NEGOCIOS
- Adolf y Rudolf Dassler: protagonistas de una de las disputas fraternales más famosas del mundo empresarial. Su odio los llevó a separarse y fundar dos gigantes de la ropa deportiva que compiten hasta hoy: Adidas y Puma.
- Richard y Maurice McDonald: los creadores del concepto original de comida rápida vendieron su negocio a Ray Kroc, terminando fuera de la multimillonaria empresa que lleva su apellido.
- Los hermanos Warner (Harry, Albert, Sam y Jack): la ambición de Jack lo llevó a engañar a sus hermanos, comprando sus acciones en secreto para tomar el control total del estudio de cine. La reconciliación familiar nunca llegó.
De los relatos históricos a las familias de nuestro entorno, los conflictos por herencias y propiedades son desgraciadamente una constante. La falta de honestidad, respeto y sobre todo de claridad, provoca rupturas que duran toda una vida.
Por ello, y aprovechando que septiembre es el “mes del testamento”, es un buen momento para recordar la importancia de proteger a nuestros seres queridos de futuros conflictos. Dejar nuestros asuntos en orden no es pensar en la muerte, sino un acto de responsabilidad y amor para preservar la unión familiar. Hasta la próxima.