Columna invitada

Los hombres al cuidado de sus hijos: por una convivencia equitativa

Los hijos no vienen al mundo a cumplir un requisito social, ni tampoco suplen juguetes, ni caprichos, ni tampoco objetos materiales. Son personas que ven, piensan y sienten


Verónica Bracho Alburquerque *

¡Hola lectores(as) de esta columna! Cada 15 días comentamos algunos consejos para sentirnos bien en estos tiempos que vivimos, pero esta ocasión trataré un tema un poco diferente aprovechando que el Día del Niño está muy cerca. Y es para hablar de la salud emocional de los niños y las madres de los niños en situación de abandono por la parte paterna.

Es de suponer que, al concebirse un bebé, los padres (sean casados o no) deben cuidar, proteger y cubrir todas las necesidades del recién nacido hasta su mayoría de edad, incluso la ley lo considera. Entonces, ¿qué pasa con estas leyes y con la sociedad misma, que no se cumple?, ¿por qué se ve “natural” que la responsabilidad sólo sea para la madre? Existen muchas razones que llevan a un padre a rechazar a sus hijos. Las principales son:

  • Problemas como el alcoholismo, el consumo de drogas, la depresión o algún trastorno mental.
  • Una mala relación con la madre del niño, o un divorcio.
  • También de que el padre pudo haber sido rechazado en la niñez, y ahora repite ese comportamiento con sus hijos.
  • Una paternidad no deseada.
  • El hijo padece de alguna enfermedad y/o discapacidad que abruma al padre.
  • El niño se parece a alguien con quien el padre tiene muchos conflictos.

Y en el caso de las mujeres (así tenga conflictos emocionales y/o físicos), para ellas es un “deber”, y es muy común escuchar críticas crueles e insultos cuando es la mujer quien abandona a su hijo(a), siendo este un porcentaje muy por debajo en comparación con los hombres; y en el caso de ellos, se toma hasta con humor y un suave comentario de “que canijo”. Empero, la pregunta es: ¿Y la obligación no es la misma para ambos? Lo peor del caso es que en los mismos juzgados, cuando se tiene este problema tan común en esta sociedad, la ley es ignorada y responsabilizan solamente a la madre.

¿Qué se tiene que realizar para que la ley se cumpla y los padres cumplan con sus obligaciones? Cuántas veces también escuchamos que el padre cambia de residencia, de trabajo o ambas, para no pagar la pensión alimenticia, y la pensión por lo general no cubre ni siquiera la alimentación del menor.

Y lo relativamente “bueno” sería que esto quedara aquí, sólo en lo material, pero aparece también la parte emocional, cuando el niño (por pequeño que sea) ve y siente el rechazo del mismo padre. A ese(a) hijo(a), ¿qué presente y qué futuro le depara si no supera o no atiende su trauma familiar? Se va formando una cadena invisible de vacíos. Dentro de las emociones negativas que enfrentan los menores y se refleja en la adultez son:

Investigaciones en los campos de la psicología y la neurociencia han constatado que las partes del cerebro que se activan cuando las personas se sienten rechazadas son las mismas que cuando experimentan dolor físico. Al contrario del dolor físico, las personas pueden revivir psicológicamente el dolor emocional del rechazo repetidamente durante años.

Los hijos no vienen al mundo a cumplir un requisito social, ni tampoco suplen juguetes, ni caprichos, ni tampoco objetos materiales. Son personas que ven, piensan y sienten, y si son traídos de manera responsable o no, tienen la obligación de ser atendidos por las dos partes. Vamos por una sociedad más equitativa e igualitaria.

Referencia:

https://www.guiainfantil.com/educacion/conducta/las-8-heridas-emocionales-que-permaneceran-en-tu-hijo-para-siempre/

* Socióloga y M.C.E.

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