Los modelos educativos representativos en el mundo: Modelo de Investigación-Acción y Modelo Basado en Competencias (parte 2)

“La cosmovisión más peligrosa es la de aquellos que nunca han visto el mundo”: Alexander Von Humboltd
David Moisés Terán Pérez *
Excelente martes estimadas(os) lectoras(es). Este día continuaremos con el análisis del Modelo Educativo de Investigación-Acción.
La reforma universitaria alemana que se relaciona directamente con Wilhelm Von Humboldt estableció como principio perdurable la idea fundamental de la unidad entre la investigación, la docencia y el estudio (expresada de múltiples y variadas maneras en la práctica posterior, tanto en Alemania como en el resto del mundo), que vinculan tanto la producción como la divulgación del conocimiento.
Es muy importante establecer que, quienes enseñan en el nivel superior del sistema educativo, deben entrenar a sus estudiantes para las actividades de investigación, haciéndolos participar en ella tanto en las aulas (teoría) como en los talleres y/o laboratorios (práctica), porque es en ese entorno y con ese contexto donde los estudiantes se vuelven investigadores per se y se forma un interesante binomio de investigadores entre los docentes y sus estudiantes en la búsqueda de nuevo(s) conocimiento(s), independientemente del área en la(s) que se investigue.
Por lo tanto, al servir la investigación como componente primario, en el rol del docente universitario se incorporan tanto la investigación como la docencia, y a partir de ello la actividad de la investigación se vuelve un modo de instrucción.
En el rol del estudiante se fusionan la investigación y el aprendizaje, y de esa manera la actividad de investigación se transforma en un modo de estudio. De tal forma que, al orientar tanto a los docentes como a los estudiantes en la investigación, ésta reúne a la docencia y al estudio en una red interminable de compromiso(s) con el avance del conocimiento, y así se forma un extraordinario vínculo tripartita entre la investigación, la docencia y el estudio.
Como ejemplo de lo anterior basta citar que los cerca de 10 mil estudiosos estadounidenses que al comienzo del siglo XX habían hecho la travesía hacia las universidades alemanas, volvieron a su país con el firme propósito y el compromiso de promover la idea de la investigación académica, y de una instrucción y de un aprendizaje basado en la investigación-acción.
Por lo que tuvieron que adaptar la idea a las condiciones estadounidenses de aquel momento, y fue entonces que el sistema educativo de Estados Unidos pudo avanzar cualitativamente.
En la actualidad, tanto en la Unión Americana como en el resto del mundo la relación de la investigación con la docencia y el aprendizaje se ha vuelto cada vez más compleja y polémica.
Por ejemplo, al estar una universidad en cualquier país del mundo orientada a la investigación se pueden obstaculizar otros compromisos universitarios, sobre todo en la educación profesional. Es decir, es probable que se prefiera lo cuantitativo a lo cualitativo (cantidad de egresados vs calidad de sus egresados), por algún condicionamiento de índole económico (por ejemplo, por dar cumplimiento a los lineamientos impuestos por las entidades económicas y financieras predominantes como el Banco Mundial (BM), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Interamericano para el Desarrollo (BID), entre otros), que obligue a cumplir parámetros de rendimiento escolar y eficiencia terminal.
Mientras que, si se privilegia la calidad de sus egresados, se tendrá certeza de que esas personas al integrarse al mercado laboral tendrán un óptimo desempeño, ya que su formación privilegió la investigación-acción, en lugar de una eficiencia terminal cuestionable. Por otro lado, es posible que la investigación se vea obstaculizada por otras actividades que realicen las entidades educativas superiores, como por ejemplo cumplir con tener un nivel de matrícula y de retención de estudiantes elevados; es decir, que siempre haya una cantidad de estudiantes de nuevo ingreso equivalente o superior al de los que egresan, así como una alta tasa de retención que garantice cuantitativamente el “éxito” de las instituciones de educación superior, sobre todo cuando se trata de la educación particular.
Por otro lado, para saber aún más sobre el modelo de investigación-acción planteado por Wilhelm Von Humboldt en su momento, es necesario que se analice desde cuatro preguntas bastante interesantes, las cuales son las siguientes:
¿En qué medida, en diversos escenarios nacionales e institucionales, se unen la ejecución de la investigación académica y el entrenamiento de las generaciones presentes y futuras, tanto de estudiantes como de los propios investigadores?
¿Cuáles y cómo son las condiciones básicas en las universidades modernas, sobre todo en las estructuras organizacionales, que promueven un vínculo sólido entre la investigación, la docencia y el estudio?
¿Cuáles son las instituciones externas (si es que las hay, por su cuenta o en conjunción con las universidades) que proporcionan una verdadera y real relación productiva?
¿Qué resultados prácticos se obtienen en la economía y en el desarrollo de un país cuando la investigación-acción es la base del modelo educativo de/en las instituciones de educación superior?
Preguntas sumamente interesantes para ser analizadas y respondidas por la realidad objetiva que se vive, por ejemplo, en países subdesarrollados como México. (Continuará…)