Columna invitada

Un admirable hidalguense: don Ricardo Garibay

Su presencia, su voz, su elocuencia, su erudición, su fino trato, atraían como un imán, manteniendo a uno sin parpadear, escuchándolo mientras las horas transcurrían volando en su compañía…


Verónica Bracho Alburquerque *

Hola estimadas(os) lectoras(es), no quiero dejar pasar este mes (3 de mayo 1999) sin recordar el año luctuoso número 23 del gran escritor hidalguense Ricardo Garibay, un hombre culto y extremadamente sensible, que ocultaba su emotividad a través de una aparente rudeza y agresividad.

Conocí al maestro Garibay cuando trabajé como directora en la Biblioteca Central del Estado. Su presencia, su voz, su elocuencia, su erudición, su fino trato, atraían como un imán, manteniendo a uno sin parpadear, escuchándolo mientras las horas transcurrían volando en su compañía.

Don Ricardo Garibay y mi querido hijo Aldo en la casa del escritor, en Cuernavaca, Morelos

Temas como la literatura, los viajes, sus vivencias, el amor, sus colegas escritores, los sucesos impredecibles o chuscos eran primordialmente sus conversaciones; siempre acompañado por un cigarrillo y una copa de vino tinto. Era un hombre admirable, reconocedor de la valía de la mujer, un hombre auténticamente feminista.

También, tuve la oportunidad de entrevistarlo para un programa de radio, y recuerdo sus respuestas a mis preguntas:

– ¿Qué libros cree usted que generan la atención de los jóvenes?

– Los temas de amor.

– ¿Qué lectura recomienda a los adultos?

– Los libros que hablen de amor.

– ¿En los viejos, qué lectura les mueve?

– El amor. El amor, lo es todo.

Una anécdota muy ofensiva ocurrió hace varios años, cuando, acercándose el aniversario de la Biblioteca Central del Estado (1995), el maestro Garibay participaría en el programa con una conferencia, cobrando muy poco por la amistad que teníamos, y el Instituto Hidalguense de la Cultura no aceptó su participación porque “no había presupuesto”.

¿Qué opinan lectores? Pero años después hasta su nombre le ponen a la misma biblioteca. Y mientras su estado le daba la espalda, en la capital del país le realizaban homenajes, uno muy significativo en el Palacio de las Bellas Artes, en el que incluso la gente no alcanzó a entrar y se quedó fuera del recinto, y recibió un reconocimiento de siete minutos de aplausos.

Don Ricardo Garibay vive entre nosotros a través de sus escritos y de sus libros. Quien no lo conozca, está perdiéndose de lecturas llenas de emotividad y de amor. Así que le motivo a una tarde con un rico vino tinto para leer a este excelente escritor hidalguense.

Algunos títulos de sus libros son:

  • La casa que arde de noche
  • Par de reyes
  • Oficio de leer
  • De vida en vida
  • Treinta y cinco mujeres
  • Beber un cáliz
  • Fiera infancia y otros años
  • Triste domingo
  • Cómo se gana la vida
  • Lía y Lourdes
* Socióloga y doctora en investigación educativa

Artículos relacionados

Back to top button
error: Content is protected !!