Columna invitada

Deslealtad

Es como una enfermedad autoinmune: perjudica a quien es desleal y a la colectividad a la que el desleal pertenece


Verónica Bracho Alburquerque *

Hola, estimados lectores. Les había comentado que estaría realizando una serie de artículos relacionados con el miedo, y lo estaré haciendo, pero intercalado otros temas para no hacer esta sección muy repetitiva.

Así que trataremos un tema muy triste y que seguramente en algún momento de la vida nos hemos topado con él: la deslealtad, un concepto que tiene varios sinónimos con palabras muy resonantes para nuestra mente: alevosía, traición, perfidia, felonía, perrería, vileza, trastada, mala pasada, adulterio, infidelidad.

¿Quién no tuvo o ha tenido un amigo(a) de la infancia, un familiar cercano, o la misma pareja a la que se le brinda toda la confianza, toda la sinceridad y el apoyo moral, y responde con una trastada?

Estas situaciones despiertan emociones muy intensas y dolorosas. Es muy similar a la muerte de una persona, porque, aunque viva, esa persona que nos traicionó deja de existir para nosotros, ya que en el momento de la traición nos sentimos violados en nuestros principios y sentimientos, pues los valores que depositamos en esa persona son derechos que se dan y se esperan recibir del llamado amigo(a) o pareja.

La traición es considerada un atentado alevoso a la dignidad y confianza que se dio a la persona que se estima o ama, lo que trae consigo ira, coraje, desdén, deseos de venganza, rabia y una gran impotencia muy difícil de asimilar al momento, pues, a pesar del gran enojo, carga también un gran dolor y hasta la pérdida total de la autoestima y una fuerte humillación, arrinconando a la persona a una depresión e incluso a una enfermedad crónica.

María Luisa Viejo define la lealtad de esta bella manera:

Lealtad es un muro firme.

Lealtad es morada por siempre.

Lealtad es árbol fuerte.

Lealtad es prado hermoso.

Lealtad es vida segura y mente honrada.

Lealtad es madre de las virtudes.

Y crea la misma Luisa Viejo para explicar la deslealtad desde el punto de vista social una metáfora, comparándola con una enfermedad autoinmune por el daño que causa: “Como una enfermedad autoinmune: perjudica a quien es desleal y a la colectividad a la que el desleal pertenece”.

La lealtad es una virtud que debemos desarrollar en nuestra conciencia, y es parte de una obligación moral, basada entre varias cosas en respetar y cumplir las promesas que se hacen (esto aplica mucho en las relaciones con los hijos y en la pareja), en la coherencia de las palabras y hechos, en la misma ética y en el compromiso.

¿Qué hacer ante una deslealtad?

Primero, analizar las circunstancias para entrar a una etapa de duelo y canalizar esa decepción y tristeza en una plática con alguien cercano para permitirse otra perspectiva de la situación.

Segundo, tratarse con compasión y externar lo que siente, pues la inestabilidad emocional es frecuente en esos momentos.

Tercera, no guardar rencor, porque se daña uno mismo y el vengarse puede traer malas consecuencias.

Cuarta, la aceptación; la cual es ideal para la recuperación mental y emocional, y darse un tiempo para la cicatrización de las heridas emocionales.

Quinta, guardar distancia, alejar lo tóxico y colocarlo en el pasado, es lo mejor para una vida cotidiana libre. ¡Felices primaveras!

Referencias:

Viejo Sánchez, María Luisa. La deslealtad. Una enfermedad autoinmune. Dialnet. Uniroja.

m.dineroenimagen.com

* Socióloga y M.C.E.

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