Columna invitada

¿Arrugas en mi rostro?

Deja que tus manos recorran tu rostro mientras practicas yoga facial. Sí, la belleza también se practica


🖋 Verónica Bracho Alburquerque *

Las exigencias sociales, laborales e individuales nos han hecho creer que solo un rostro sin arrugas es bello, ya que mientras más años, menos bellas somos las mujeres, y esto nos ha llevado a una lucha permanente por conservar la juventud y así llenarnos de recetas de la medicina alternativa, de los remedios caseros familiares, de cremas costosas, de tratamientos, de intervenciones quirúrgicas y de un sinfín de cosas donde las únicas que ganan son las empresas, las farmacéuticas y los médicos.

Pero hoy se cuenta con una nueva alternativa, que es el yoga y la gimnasia facial. Remontémonos al pasado:

La medicina tradicional China (2 mil 500 a. C.) es donde se encuentran las primeras referencias de la manipulación y del masaje al rostro con fines terapéuticos y para la liberación del estrés. Lo que puede considerarse como el inicio de estas técnicas.

Con el paso de los años aparece en escena Nadia Payot, una doctora francesa considerada la pionera de la gimnasia facial y desarrolla una serie de ejercicios faciales y de masajes en la década de los años 20 del siglo pasado, buscando la juventud y firmeza del rostro. En los años 70 se menciona a Catherine Urwitz como una de las pioneras en Occidente, al combinar el Hatha Yoga, con ejercicios faciales y técnicas de respiración, creando así un enfoque integral.

Hoy, las redes sociales nos invaden con cientos de videos que muestran técnicas para desvanecer las arrugas, la papada y los surcos. En México tenemos a una representante muy importante en esta rama. Su nombre es Ericka Lara, face couch, quien llega a cobrar hasta 10 mil pesos por una hora personalizada para aprender su tratamiento.

Lo primordial de ella es que relaciona las expresiones del rostro con las emociones que hemos vivido -ya que nuestros rasgos reflejan nuestro trayecto por la vida-. Ericka da un giro importante a estas técnicas, las cuales resultan muy interesantes.

Los médicos opinan que esto no funciona, que es un placebo, pues no puede levantarse la cara con simples masajes, pero quienes defienden estas técnicas nos dicen que la cara está formada por músculos, de los cuales pocos se mueven, aparte de vivir en una sociedad en la que nos han enseñado que no debemos tocarnos la cara, pues nuestras manos “están sucias”.

¿Recuerdan esos consejos de las abuelas y de las madres? Y así como se ejercitan los músculos del cuerpo, lo mismo se puede hacer con los músculos faciales. Quien se anime a estas técnicas pondrá en movimiento los 43 músculos que tenemos en el rostro, los cuales los médicos los clasifican en:

  • Músculos mímicos, para sonreír, para fruncir el ceño, para levantar la ceja (20 a 25 músculos)
  • Los de masticación, que son ocho músculos, con los cuales masticamos, hablamos y tragamos
  • Doce músculos que están alrededor de los ojos y que sirven para la expresión y la función visual.
  • Y algunos más que son muy pequeños y se subdividen de los grandes

También hay que tomar en cuenta que la inercia hace lo suyo, y esto se refleja cuando los músculos se “cuelgan” desde los párpados hasta las mejillas y la papada.

Debemos considerar que el tiempo no se detiene y debemos aprender a vivir y a aceptarnos como somos, y que hay arrugas y expresiones que nos hacen ver más reales, más nosotras mismas y con más experiencia. Aunque siempre la “manita de gato” es de gran ayuda. ¡Hasta la próxima!

* Socióloga y doctora en investigación educativa

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