Conviértase en su mejor versión para lograr el éxito en la vida y en los negocios
• “El verdadero éxito reside en siempre completar las metas, no sólo trabajar en ellas”: Brian Tracy
• “La mejor maestra en la vida es la experiencia; cobra caro, pero enseña excelentemente bien”: anónimo
• “Los resultados en la vida son siempre directamente proporcionales al esfuerzo inteligentemente realizado para conseguirlos”: Emanuel James Rohn
David Moisés Terán Pérez *
Reflexionemos lo siguiente: un árbol no crece hasta la mitad o menos de su tamaño natural; no, el árbol enterrará sus raíces lo más profundo que pueda, absorberá la mayor cantidad de nutrientes disponibles y crecerá lo más alto que la misma naturaleza le permita. Igualmente, todas las formas de vida en este planeta tratan de lograr su potencial máximo.
Entonces, ¿por qué los seres humanos no lo hacemos?, ¿por qué las personas nos permitimos detenernos a medio camino?, ¿por qué no luchamos en cada momento por convertirnos en nuestra mejor versión y así lograr nuestros objetivos y nuestras metas? Las respuestas no son sencillas ni simples a estas interrogantes. Con demasiada frecuencia el libre albedrío nos “sirve” para elegir hacer menos de lo que realmente podemos hacer.
Cada persona tiene dos opciones para elegir qué van a hacer con sus vidas:
Ser menos de lo que tenemos capacidad de ser, hacer y tener: esto se corresponde con la Ley del Menor Esfuerzo, que establece que la gente se conforma con lo mínimo posible, solamente para sobrevivir; es decir, cumplir con un horario de trabajo, leer muy poco, ganar sólo lo suficiente para sobrevivir y realizar lo menos posible. Esto lleva a que las personas que escogen este formato de vida, hacen lo fácil, pero viven de manera difícil. Mientras que quienes hacen lo difícil (aunque no deseen hacerlo), viven de manera fácil. Esta opción lleva a una vida llena de recelo, de miedo, de incertidumbre, de frustración, de amargura y sumamente vacía.
Hacerlo todo: esto significa convertirnos en todo lo que podemos ser, hacer y tener. Y se traduce en leer todo lo que podamos leer, ganar lo más que podamos ganar, dar y compartir al máximo, producir y lograr todo aquello que no sea posible realizar. Escoger esta alternativa nos lleva a tener una vida plena, satisfactoria, feliz, completa, gozosa, con salud y libertad financiera, y con una filosofía refinada.
Todos(as) en la vida tenemos estas opciones: ser o no ser, hacer o no hacer, tener o no tener. Nuestro objetivo final en la vida debe ser crear tanto como podamos llevar a cabo; conformarse con menos es fallarnos a nosotros mismos en esta importante tarea. Los resultados son la mejor medida del progreso humano. Si actualmente nuestros resultados son menores a lo que nuestro potencial sugiere que deberían ser, entonces debemos esforzarnos más inteligentemente para ser mucho mejores en el presente y, por ende, lo que anhelamos ser en el futuro.
Los resultados son la cosecha producida por nuestros esfuerzos pasados; si hemos hecho poco en el pasado, los resultados en el presente serán precarios. Los resultados en la vida son siempre directamente proporcionales al esfuerzo inteligentemente realizado para conseguirlos. Los resultados son las recompensas reservadas para aquellas personas que tuvieron la previsión de aprovechar una oportunidad previa; si se pierde esa oportunidad, no habrá recompensa.
La oportunidad que se presenta es breve, se acerca, llega y pasa rápidamente. No se demora ni hace una pausa para mirar hacia atrás. La oportunidad solamente se nos presenta, y aquellos que responden a su llegada con una actividad inteligente obtendrán la medida completa de los resultados deseados. Todo lo que hacemos en el presente determina nuestros resultados futuros; es decir, debemos trabajar en el desarrollo de una filosofía de vida sólida y refinada.
Si en el pasado nuestras labores han dado resultados insuficientes, ya no podemos hacer absolutamente nada para modificar esos resultados; no podemos pedirle a la naturaleza que haga una excepción a sus reglas; la naturaleza tampoco permitirá que le pidamos un adelanto a los resultados.
Lo que sí podemos hacer es prepararnos para la llegada inevitable de una nueva oportunidad, y a su llegada, ser diligentes para obtener lo que deseamos; recordando las consecuencias dolorosas de las negligencias pasadas. Durante todo el transcurso de nuestras vidas experimentamos un número de resultados (positivos y negativos); nuestra felicidad, nuestra salud y nuestra libertad financiera futuras son rara vez el resultado de una sola oportunidad; más bien, son la sumatoria de múltiples oportunidades que de manera individual se fueron presentando en nuestra vida.
Es decir, nuestro éxito o nuestro fracaso es el efecto acumulado de nuestra actividad anterior; es por eso que es tan importante estudiar los resultados, y observarlos regularmente es la manera de conocer un indicador de lo que tanto el presente como el futuro nos tiene reservado.
Si los resultados actuales son satisfactorios, es altamente probable que el futuro sea halagüeño; pero si dichos resultados actuales no son los que deseamos, es muy importante escudriñar todos los factores que nos estén desviando de lo que deseamos obtener. Ahora, ¿cómo medir los resultados para saber si estamos en el camino correcto? La mejor medida es evaluar en qué nos estamos convirtiendo en el proceso y qué es lo tangible e intangible que tenemos, y que nos da valor.
Entre lo más valioso y destacable están la felicidad, la salud, el amor, nuestros familiares, nuestros amigos, nuestras relaciones y la riqueza acumulada que nos permita lograr libertad financiera para gozar de lo mejor que la vida nos puede proporcionar. (Continuará…)
