Autoridades deben dejar de ser observadores inertes de los graves efectos que ocasiona la emisión de partículas PM 2.5, señala el investigador
Miguel Alburquerque – PACHUCA
El político y ecologista mexicano Gabriel Quadri de la Torre demandó a las autoridades estatales y municipales de Hidalgo dejar de ser observadores inertes del grave problema de salud pública por la emisión de partículas PM 2.5 de la termoeléctrica Francisco Pérez Ríos, que según estudios cada año ocasiona 1,710 muertes prematuras en la cuenca de Tula y 1,031 en la cuenca Pachuca.
En entrevista telefónica, el ex candidato presidencial y actual director asociado de Sistemas Integrales de Gestión ambiental (Sigea) dijo que la sociedad tiene que levantar la voz para demandar que sus gobernantes dejen a un lado los intereses políticos y hagan lo que les corresponde para concretar la sustitución de combustóleo por gas natural en la planta de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), lo que reduciría en 99% el inventario de emisiones de partículas y óxidos de azufre que genera la termoeléctrica.
“Falta muy poco para terminar los gasoductos y eso no le va a costar un centavo al gobierno. Simplemente es un obstáculo político, es un cuello de botella totalmente político, de intereses mezquinos locales que están poniendo en juego la salud de la población de Hidalgo”, dijo el investigador.
Según un estudio presentado por Sigea, el cambio a gas natural reduciría 50% las concentraciones en el ambiente de PM 2.5 en la cuenca de Tula, mientras que las concentraciones de óxidos de azufre bajarían 83% en los mismos periodos de impacto.
Ante las votaciones para renovar los 84 ayuntamientos de Hidalgo, que se llevarán a cabo el 18 de octubre, Quadri de la Torre señaló que es fundamental que las próximas administraciones municipales, sean del partido que sean, asuman la responsabilidad de resolver la problemática.
“Pero también es fundamental que la sociedad reaccione, se organice y la exija a los políticos que atiendan el tema. Es una dupla entre sociedad y gobierno, y en este momento entre sociedad y proceso electoral”.
Covid-19, más letal
Quadri dijo que en países como Italia, Estados Unidos y China existen estudios que demuestran que las partículas PM 2.5, como las que emite la termoeléctrica de Tula, incrementan notablemente la mortalidad por Covid-19.
“Es un hecho científicamente establecido. Esas partículas se asocian con una gran cantidad de enfermedades cerebrovasculares, cardiovasculares, respiratorias, infecciosas, cáncer o incluso demencia.
“Por eso digo que es increíble que, ante la evidencia científica del brutal impacto que tiene la termoeléctrica en la salud pública de los hidalguenses, los hidalguenses no se movilicen y los políticos hagan caso omiso y se hagan ciegos y sordos ante un problema tan grave”.
Esperanza de vida
En el estudio presentado por Sigea se estableció que la tasa de mortalidad por contaminación atmosférica en el mundo es de 60 muertes por cada 100 mil habitantes al año, mientras que la pérdida de esperanza de vida atribuible a la contaminación es de casi tres años.
Con sólo sustituir los combustibles fósiles con que funcionan centrales eléctricas como la Francisco Pérez Ríos, y controlar las emisiones vehiculares, esa esperanza de vida podría aumentar hasta dos años, señala el documento.
Esto, debido a que el daño a los pulmones por contaminantes atmosféricos incrementa el riesgo de infecciones virales en el tracto respiratorio, especialmente aquellas causadas por nuevos agentes patógenos, como el coronavirus.
La contaminación atmosférica se ha asociado con un mayor riesgo de infección respiratoria dado que inhibe la funcionalidad de los macrófagos alveolares, encargados de remover partículas, microbios y bacterias que penetran hasta lo más profundo del tracto respiratorio.
