Sociedad

Flor Amargo: un día de “katarsis” en la lucha diaria por alcanzar los sueños

La “Flor posada”, una reunión de agradecimiento a sus fans

Francisco Acosta  

Aunque se sabe cansada, sube al escenario como siempre, con el ánimo hasta el tope, con las ganas renovadas, con la esperanza siempre de que lo mejor está por llegar en este año que le fue acaso más difícil que otros a pesar de que llegó del metro al Metropolitan.

Ya estuvo en Europa, ha recorrido medio México, fue a Bolivia, a Perú, volverá a Europa, y viajará a otros países sudamericanos, está por cerrar la gira Flor Amargo por los EEUU, estarían avanzadas las pláticas con Sony, pero no se le verá en la CdMx, hasta marzo, en el Vive Latino, al menos eso esperan sus seguidores.

Las lágrimas que resbalaron sobre su rostro moreno, ese que han mirado a los ojos a miles de sus fans, fueron el grito de dolor de una guerrera, de una joven mujer, mexicana, que lucha todos los días, como otros tantos miles de jovencitas y jóvenes, por una oportunidad. Una apuesta a la aptitud sí, una apuesta a la actitud, sí, pero sobretodo, una apuesta al trabajo diario, a la perseverancia toda.

Una oportunidad tan sólo, de acceder a otros escenarios, espacios laborales mejor retribuidos,  esa que se cierra en este México que cada día más, jóvenes y jovencitas como Flor Amargo, descubren, ellos, porque muchos con cierta edad lo sabemos, que es excluyente, sobre todo de su fuerza motor, una juventud que busca y no encuentra, que sabe que se juega su mañana.

Y la fiesta para ella y sus fans -o “fams” como ella les llama por considerarlos parte de su familia- inició al mediodía cuando juntos abordaron el Turibús que les llevaría al Hipódromo de las Américas, donde realizarían su “Flor posada”, una reunión donde la cantante, compositora, multi instrumentista, la catártica Flor Amargo, compartiría con ellos su agradecimiento, fotos, firmas de discos y playeras, un lunch, palabras, risas, abrazos y por supuesto, música.

Y sin ambages, directo, se presentó con el público que gusta de la cultura hípica, de la apuesta a la velocidad, el entrenamiento, la sagacidad y astucia del jinete, al trabajo diario en la cuadra, “muchas gracias por la oportunidad de esta aquí, soy La loca pianista del Metro”, recordando su origen, y con ello, el camino andado, ese que no ha sido nada fácil, el del andar cargando su teclado, su bocina, sus sueños. Y muchos, ahí, en el autódromo, además de sus invitados, le aplaudieron, y no menos de uno comentó lo bien que canta.

Y vino “Echándole aguacate”, luego “Tú y yo” y, a que negar, una excelsa interpretación de “Cielito lindo”, un popurrí de los suyos, a piano sólo esta vez, que le permitió mostrar ese astro musical que muchos también le han regateado, acaso porque en su música de locura que lo cura todo, las percusiones, la bataca, al unísono, no a todos gusta, más en esto, hay gusto para todos, y la chavala, originaria de Oaxaca pero avecindada  en la CdMx, gusta a muchos. Como gusta esa rola “himno a la vida, mensaje de amor, el mensaje de Flor Amargo”: Tiempo.

Y ahí estuvo, entregada “como les juro que lo he hecho en cada concierto, en cada presentación”, en ese día a día en el que sigue buscando los grandes escenarios, esos que el circuito, los dueños de emisoras y televisoras, los hombres y mujeres del espectáculo en México, tiene para sí, para sus artistas, para seguir vigentes en el negocio de la producción y la distribución musical, el que marca el gusto y la tendencia.

Y así se los hizo saber a sus fans, ahí a un costado de la fuente de Cibeles, frente al Museo del Jamón, donde llegaron juntos otra vez, donde les comunicó, compartió, confió, por ese apoyo irrestricto que le han dado a lo largo de estos años, a quienes le han ayudado a que en Facebook tenga tres millones de seguidores y en Instagram, casi 500 mil, este grito que de seguro le llevará a buscar nuevos derroteros.

Y se los dijo en corto, con ese honesto hablar que ha tenido durante todos estos años en los que la calle le ha enseñado que “es muy difícil como mexicana triunfar en nuestro país”,  y platicarles que iniciará un nuevo proyecto, que sonó acaso a una despedida, a un hasta pronto, pues habló de una gira por Estados Unidos que estaría cerrando en breve, Flor Amargo por los estados Unidos, para el público que forma la población de nuestros migrantes.

Y en ello refirió que si ha de ser, será, pase lo que pasé con Flor Amargo. “Fue un honor haberles servido este año, cada mensaje. Cada palabra nace de los más profundo de mi alma, se todo lo que me apoyaron y no me importa volver a empezar, si no los vuelvo a ver, si no los vuelvo a tocar, a donde Dios nos quiera llevar…”.  Y la voz se ahoga, en el sentimiento, como si fuera la última vez, en esas calles, en esos parques, acaso en México. Acaso después de marzo, del Vive Latino. “Los amo, a cada uno de ustedes”.

Y sintió la despedida porque confesó cada día en que a “cada lágrima llorada, he luchado, cuando me he sentido que no puedo más, luchar contra todo contra el medio que es difícil, y en cada palabra de aliento, en cada motivación, cuando van a mis conciertos, cuando comparten un video, he visto sus caras…”.

Si, fue el grito de una guerrera, como millones de guerreros y valientes chicas tenemos en este país en el que las oportunidades son pocas, donde hemos dejado atrás a un juventud que debe ser el pilar y empuje de nuestro desarrollo, científico sí, tecnológico sí, pero también artística y culturalmente, fuera de los patrones hegemónicos, fuera de los estándares dictados por la industria del show bisnes.

Y adelantó, dijo Emma Mayte, que va a una junta con Sony, que viajará a Mc Allen, que cierra nueva gira en Europa, el vive Latino, “me los llevo en el corazón, a ustedes, mujeres, a los hombres, a ustedes que como hombres apoyan este proyecto… y aquí estoy con mi familia, no sé si tenga que volver a empezar, en las calles, no me da miedo volver a empezar, se lo que es ganarme la vida en bares, en la calle, con Flor Amargo o sin ella, el mensaje es amor, demos gracias de estar vivos y compartir, con éxito o sin él, con dinero o sin él”.

Y entonces volteamos a ver a los jóvenes que van caminando en las calles, en el Metro, en los fábricas, en las escuelas, en los vecinos, en todas esas jovencitas y jóvenes que tienen sueños y aquellos otros que le han apostado por la migración, por buscar la cristalización del esfuerzo, de la aptitud, de la actitud, de la perseverancia bajo otros cielos, siempre pensando en el México que tan difícil resulta. Otros se han ido para triunfar.

“Me voy pero me quedo”, finalizó, y elevó con los ahí presentes una plegaria, una oración agradeciendo al poder supremo todo lo que hasta hoy le ha dado y también por lo que le depare. Una mensaje que sonó a adiós pero que todos queremos sea tan sólo un hasta luego. Un día de catarsis en la lucha diaria.

Y Flor Amargo, que es ella también, que son dos en una, enfundada en su chamarra negra de cuero, en su jeans, y con camisa a rayas, volvió a ser lo que siempre ha sido, Emma Mayte, una chica que todos los días trabaja por alcanzar el éxito, porque sabe muy bien que “vale la pena vivir”.

Hoy es lunes, y esperamos Flor Amargo que sólo haya sido un día de “katarsis” en la lucha diaria por alcanzar los sueños.

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