Columna invitada

El Síndrome de Burnout y su impacto en nosotras las mujeres

Un reciente estudio constató que las mujeres con hijos y con responsabilidades laborales están expuestas a un alto grado de tensión durante las 24 horas del día


Verónica Bracho Alburquerque *


El Síndrome de Burnout, el Síndrome del Quemado Laboral o el Síndrome del Desgaste Emocional, es un problema de distrés; esto es, un estrés excesivo que solamente genera problemas severos a la salud, y que se presenta en el campo laboral.

Los síntomas van desde los dolores físicos, hasta problemas de convivencia y de depresión. En el caso de las mujeres en comparación con los varones, la situación del Síndrome de Burnout se agudiza más, pues en las estadísticas del Inegi (2015) se registra un 29% de hogares con la jefatura de una mujer (9 millones 266 mil 211).

Esto afecta la vida de la mujer, pues la doble jornada que realiza al día (doméstica y laboral), junto con la multiplicidad de roles (madre, esposa, abuela, hija, empleada, estudiante), el papel de cuidadora de niños y de niñas y/o de personas ancianas y enfermas, la imposibilidad de gozar de un tiempo propio y la desvalorización social y económica del trabajo reproductivo (maternidad y casa), han contribuido a que el trabajo doméstico constituya un elemento potenciador del estrés mental.

Un reciente estudio, en los Estados Unidos de América, constató que las mujeres con hijos y con responsabilidades laborales están expuestas a un alto grado de tensión durante las 24 horas del día. La investigación comparó la orina de mujeres que eran madres y trabajaban fuera de su casa, con otras que también tenían un empleo, pero que no tenían hijos.

El elemento de comparación fueron los niveles hormonales de cortisol (“la hormona del estrés”), de adrenalina y de noradrenalina, sustancias asociadas al distrés. Los resultados mostraron que las mujeres con hijos presentan mayores niveles de cortisol durante las 24 horas del día, respecto de aquellas que no poseen descendencia.

En general, la mayoría de las personas tienden a bajar sus niveles de hormonas del estrés al terminar el día; empero, las madres que trabajan fuera del hogar pueden mantenerlos, e incluso, aumentarlos.

Por ejemplo, mientras que una mujer sin hijos que descansa en su casa normalmente tendrá 5 microgramos de cortisol por decilitro de sangre; una madre estresada puede tener hasta el triple de esa cantidad. En cambio, los niveles de hormonas del distrés disminuyen en los hombres cuando llegan a su casa, porque ven su hogar como un refugio de descanso y de relajación.

La endocrinóloga Verónica Araya, del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, dice que los altos niveles de cortisol “pueden determinar que bajen las defensas porque disminuye el número de linfocitos en la sangre. También aumenta el riesgo de sufrir hipertensión arterial y, si es crónico, puede llegar hasta una diabetes o una enfermedad inmunológica”.

Por su parte, el psiquiatra Daniel Sidelski señala que para el género femenino lo importante es el afecto, mientras que en los varones lo ideal es la repercusión efectiva. Por ende, mientras la mujer necesita expresar sus emociones, el varón necesita encontrar soluciones: “Ella sabe intuitivamente que, si se siente bien por dentro, los factores externos no representan gran inconveniente. Él, en cambio, experimenta alegría en la medida en que los problemas son resueltos”.

Otros datos que resultan alarmantes por provenir de los países del primer mundo, son los que otros investigadores señalan, como la insatisfacción marital y las relaciones familiares empobrecidas.

Derivado de lo anterior, la violencia en el trabajo es cada vez mayor en la Unión Europea, donde tres millones de trabajadoras comunicaron que eran objeto de acoso sexual, mientras que seis millones de ellas actualmente padecen de violencia física y 12 millones sufren de intimidaciones y de violencia psicológica.

Tan solo en los Estados Unidos de América, el homicidio es la principal causa de muerte de las mujeres en el lugar de trabajo.

Todo lo anterior es muy alarmante. Los datos resultan escandalosos y preocupantes. Un cambio de sistema laboral y de ambientes de trabajo resulta imperante.

Fuente: Universia. (2017). Síndrome del Burnout: las 12 fases que llevan al agotamiento laboral. Recuperado de: http://noticias.universia.es/practicas-empleo/noticia/2017/08/24/1155218/sindrome-burnout-12-fases-llevan-agotamiento-laboral.html

* Socióloga y M.C.E.
bracho88@hotmail.com

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